Reina Roja Jack Escarcha El intercambio Lucía en la noche El Paciente Casi, casi No es mío El jardín del gigante

Reseña | Lucía en la noche de Juan Manuel de Prada

JUAN MANUEL DE PRADA | LUCÍA EN LA NOCHE | AÑO 2019 | 416 PÁGINAS | ESPASA 
ISBN: 9788467054286
 | 3,5/5 🌟 | COMPRAR AQUÍ: ESPASA AMAZON

Una vez más el thriller se apodera de mí a través del estilo de un nuevo autor al que no me ha importado conocer. Juan Manuel de Prada aparece, de cuando en cuando, en uno de los programas televisivos al que me encomiendo café en mano durante mis mañanas. Lo que no sabía era que este me iba a acompañar en las tertulias mañaneras, de manera oral, y en las vespertinas, de manera escrita. No quiero extenderme antes de dar paso a la reseña, pero lo único que os voy a adelantar es que esta novela no es para todos los públicos y no por lo que ocurre sino por la manera en la que está escrito. Dicho esto, vamos a desgranar su contenido.

Gracias a Babelio y Espasa por el ejemplar

    Portada y título: raramente no me dejo llevar por una portada atrayente. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y ver a esta chica llena de vendas toma su sentido prácticamente al finalizar la novela. Cuando Babelio abre las postulaciones de diversos títulos, no solo me dejo llevar por una portada bonita o atrayente, sino que curiosamente, y a la vez extraño en mí, me paro a leer la sinopsis. Lo que en ella se nos cuenta no es mucho, pero si lo suficiente como para que nosotros los lectores nos sintamos atraídos por él. Habla sobre un escritor, sobre una desaparición y la búsqueda incansable de esa persona. Un libro que aporta esperanza e intriga. No se puede pedir más, así que solo dejé que la plataforma hiciera lo propio y que llegase el ejemplar a mis manos. Pero, ¿por qué este título? Soy una persona a la que le gusta sacarle siempre el significado a estos, porque me interesa muchísimo qué le ha llevado al autor decidirse por él y no por otro cualquiera. Solo os diré que la noche solo trae cosas inciertas. La oscuridad es tenebrosa y confusa. Justo la personalidad que envuelve nuestro personaje femenino.

De repente, percibía mi vida como un desperdicio de años tan desprovisto de significado como la basura esparcida en una acera. Y, amasada con el llanto, la pena [...] crecía dentro de mí de un modo que yo jamás hubiese imaginado, como un miedo que era a la vez devastación y tétrica inquietud, un miedo que empezaba como un simple mariposeo en el estómago y se iba infiltrando poco a poco en mi alma, hasta convertirse en una corriente oscura que se interpoía entre el mundo y yo, que me reclamaba para tragarme en su seno.

    Estructura interna y estilo del autor: como está estructurado el contenido no es una novedad, pero sí quizá la manera que ha tenido de diferenciar los capítulos. Con el recurso temporal, de Prada nos ha querido llevar al pasado y al presente consecutivamente. Para distinguirlos, ha enumerado los capítulos en presente con números arábigos y los capítulos en pasado con números romanos. Un detalle que podría ser nimio pero que ayuda mucho a que el lector no se pierda. La historia, en cuestión, se ambienta y desarrolla en Madrid y alrededores; en su mayoría barrios y pueblos, aunque hay mención a Barcelona y a una zona en concreto de ella. Además, está contado con el narrador en primera persona lo que no nos permite tener una visión amplia de la historia, pero al conocer su pasado y su presente sí que veremos un cierto cambio en él. Alejandro Ballesteros, nuestro indudable protagonista, es al que acompañaremos a lo largo de toda la novela, aunque en el epílogo tome mucha mayor importancia la historia de Lucía, que la de este; y no es de extrañar que aunque sigamos estando en sus ojos sintamos que es ella la que merecía esas páginas. Al llegar prácticamente al final del libro tendremos un capítulo extra Post scriptum en el que conoceremos qué está siendo del escrito en decadencia y lo que le depara el futuro.
El estilo del autor, sin duda, es lo que más me ha costado seguir. He tenido que hacer uso del diccionario, sobre todo al empezar el libro, y otras veces más adelante, aunque mucho menos. Seguir el hilo conector cuando se hace uso de tecnicismos, uno tras otro, puede llegar a ser un problema para el lector, que siente que va perdiéndose entre tanta palabra desconocida y ha de pararse a releer. Esto no es algo que solo me haya ocurrido a mí, sino con lo que estarán de acuerdo todas aquellas personas que se hayan puesto con el libro. Inclusive me sorprende el hecho de que en las entrevistas, que le han realizado en diferentes cadenas, conforme la vas viendo y oyendo tienes a un de Prada más cercano, íntimo, que te habla sobre sus inspiraciones y con un lenguaje totalmente diferente que, aunque lleno también de tecnicismos, puedes seguir en su totalidad sin perderte en lo que va contando y manteniendo en su totalidad el interés del oyente. Os lo digo con conocimiento de causa porque son varias las entrevistas que, a posteriori, he visto acerca de lo que habla sobre su propia novela. Os dejo por aquí algunos enlaces por si os interesa (clickad sobre ellos para redireccionaros): Espejo Público, Atrapalibros, Onda Regional de Murcia y Pepucomag (Jesús Corso)

    Personajes: estamos ante una novela en la que los personajes escasean, pues algunos de ellos tienen el protagonismo justo y necesario para considerarles como estrellas fugaces, que aparecen y desaparecen. Sin embargo, aquellos que perdurarán son Alejandro y Lucía. Una pareja que comparte durante un año sus idas y venidas.
Alejandro Ballesteros, es un tertuliano y novelista al que la escritura le ha abandonado durante diez largos años, y que se ve envuelto en un ambiente nocturno, volcado en el alcohol y los encuentros de una noche. En él veremos una evolución notoria a lo largo de la historia, aunque con el transcurso de los capítulos reaparecerá ese personaje lleno de incógnitas, de sentimientos y pensamientos contradictorios que pretende, por todos los medios, encontrar su equilibrio entre el amor y la escritura. Sin embargo, mientras que Alejandro es puro sentimiento y franqueza nos encontramos a una Lucía prudente que mantiene todo bajo control y que se nos presenta al lector como un personaje lleno de claroscuros. El comportamiento de esta, durante el año que lleva compartiendo su vida con el escritor, se podría considerar de frívolo, enigmático e individualista que, aunque en ella también obtendremos una transformación, no llegará a sorprendernos del todo, pues tal y como se nos presenta es tal como nos despedimos de ella. Bien es cierto que me ha faltado esa intervención por su parte. Creo que los capítulos del pasado, o el presente, deberían haber estado narrados desde su punto de vista. Esto habría hecho que el lector hubiera tenido una visión mucho más global y perfecta sobre la relación que les une a ambos. Sin embargo, la aptitud de Lucía no es arbitraria, sino que está en todo momento mecanizada y astutamente razonada
Otro de los personajes con los que nos encontraremos a lo largo de la novela no solo estarán vinculados con Alejandro, sino que Lucía también tendrá su parte de culpa para que todos ellos mantengan la relación con ambos. Entre estos podemos destacar a Ramiro Cifuentes, editor de Alejandro; Rosario Tena, artista y ex pareja de Alejandro; el inspector Emilio Avendaño, que comunicará la desaparición de Lucía a Alejandro; y Sandra Escolar, compañera del gremio de Alejandro. Todos ellos tomarán su importancia no solo en el pasado de Alejandro, sino en el presente de la pareja, pero lo que aporta cada uno lo tendréis que desvelar vosotros mismos.

Lucía me visitaba en sueños, como el miedo la visitaba a ella, y dejaba sobre mi frente un beso de escarcha, pidiéndome que la sacara [...] donde la quería dejar el olvido de los hombres, sin que nadie la llorase ni añorase, sola en una noche de hielo perpetua.

    Trama: Alejandro Ballesteros se enamora larga y perdidamente de una mujer que, teniendo una gran coraza, ayudará a este a desprenderse de aquellos pétalos marchitos con los que vaga por la vida. Durante su año de noviazgo pocas son las veces que la pareja ha viajado y tras la aprobación del libro del novelista deciden planificar un viaje a Tenerife para disfrutarse sin preocupaciones en las islas afortunadas. Sin embargo, la vida aguarda a veces un destino incierto que hizo que Lucía se anticipase al viaje dejando a a Alejandro con la corrección de su novela. Una despedida apresurada y una posterior noticia, harán que la vida del escritor se resquebraje por completo. La electrosensibilidad no diagnosticada que padecía Lucía hará que este no pueda contactar con ella, a través de ningún dispositivo, ni esperará respuesta alguna a través de ella. A partir de aquí es cuando dará lugar la incesante búsqueda de respuestas por parte de Alejandro. Conforme transcurren los capítulos se dará cuenta de que Lucía, su amada musa, no era quien decía ser. Cuando al novelista le queda poco a lo que aferrarse decide recordar todo lo que ella, sin quererlo o planearlo, ha hecho por él. Habrá una lucha interna y externa en la que Alejandro se debatirá entre el amor que Lucía le profesaba y todo lo que va conociendo de ella a través de los demás. Una lucha entre la razón y el corazón que llevarán al escritor a no cesar en su búsqueda y conocer de primera mano si lo que sentía por él era real o se trataba de otro de sus engaños.

- Si yo muriese, ¿también intentarías resucitarme?
- No lo dudes - le respondí -. Y no pararía hasta lograrlo.
- ¿Y hasta dónde estarías dispuesto a llegar para conseguirlo?
- Hasta el mismísimo infierno - dije, tal vez con fatuidad. Pero también la fatuidad puede ser la expresión más sincera de nuestro ánimo.
- ¿Y si descubrieras que has sido engañado, como le ocurre a Scottie?
- Fingiría que no me he dado cuenta. Sería capaz de cualquier cosa, con tal de no dejarte marchar otra vez.

    Aspectos positivos y negativos: esta novela me ha regalado momentos de reflexión. No solo acerca de los conflictos sociales, que también, sino sobre los personales. A través de Alejandro he sentido cómo las personas pueden jugar con los sentimientos ajenos; aunque este no fuera el mensaje que el autor quiera dar, es inevitable mirar hacia la historia sin siquiera pensar sobre tus aledaños. Lucía ha sido en todo momento una incógnita. Este interrogante lo he querido trasladar a todos esos años años en los que cual jovenzuela he confiado ciegamente en personas que acababa de conocer. No tanto confesándoles mis secretos, pero si abriéndome más de lo justo y lo necesario. El personaje de Alejandro podría haber sido cualquiera de nosotros. Despertarnos un día con la certeza de que quienes nos rodean son quienes dicen ser y sienten lo que nos demuestran o sentir que todo es una mentira.

Os prometo que me duele la nota que le he dado al libro, pero según mi perspectiva no se merecía más. Los que me conocéis sabéis que llevo un tiempo leyendo exclusivamente thrillers, y para mí esto no lo ha sido. Sinceramente, tampoco sabría dentro de que género incluirlo, pero sin lugar a dudas no sería el thriller. Lo que ha transcurrido puede serlo, pero la finalidad del autor ha sido trasladar un testimonio real, con peso y que fuésemos conscientes de que esto ocurre en la realidad. Al final del libro todo toma sentido, y es quizá por eso que no me ha llegado a cautivar porque esperaba otro mucho distinto. De hecho, gracias a las últimas páginas, es cuando he determinado que el género en el que se incluye no es el verdadero. Quitándole importancia a esto, el tema del lenguaje ha sido otro hándicap que me ha mantenido en alerta. He tenido que centrar todos mis sentidos para no perderme entre los párrafos; tanto tecnicismo se me hacía muy cuesta arriba. Bien es cierto que al principio se hace un uso abusivo de ellos, pero según se van dando los capítulos de Prada se relaja. Puede incluso que hasta se autocritique a través del personaje de Alejandro Ballesteros, pues este forma parte de las tertulias televisivas que tantas y tantas veces ha criticado a lo largo del libro como programas televisivos vociferantes y ensartando conferencias necias aquí y allá o estos programas carroñeros sólo quería excitar la curiosidad morbosa de sus espectadores. Finalmente, en cuanto a los capítulos alternando pasado y presente, con los primeros he sentido que algunos eran de relleno. Que no me aportaban nada significativo a la lectura. En uno de ellos en particular, el autor nos desgrana la película Vértigo. Sin embargo, yo de quienes quería seguir sabiendo era de Alejandro y Lucía, no de unos personajes a los que dio vida Hitchcock en 1958.
Antes de finalizar la reseña, no me quiero ir de aquí sin desvelaros algo. Juan Manuel de Prada no es la primera vez que da vida a Alejandro Ballesteros. Anteriormente, en 2016, lo creó en Mirlo blanco, cisne negro. La primera novela en la que tendríamos presente a este personaje, por supuesto más joven y menos experimentado en el universo literario.

La escritura, que había sido mi pasión más abnegada, se convirtió así en una insoportable condena. Y empecé a rehuirla, como quien rehúye a una amante intempestiva. Así, hasta que la escritura, harta de desplantes y desaires, me abandonó.

En definitiva, «Lucía en la noche» se ha convertido en una lectura, no apta para todos los públicos, que ha aportado momentos atractivos con información relevante y que está respaldada a través de testimonios de otra persona. Testimonios que contribuyen, en su epílogo, a una crítica social acerca del periodismo sensacionalista del siglo XXI, cada vez más morboso y descarado, y sobre cómo los Estados favorecen que los conflictos militares sigan perdurando en el tiempo. Una historia, bien hilada, que difícilmente podríamos incluir dentro del género thriller, pero si una que arroja mucha luz, a través de unas personalidades bien rematadas, acerca de lo que estamos viviendo actualmente.

12 comentarios:

  1. Hola! Le tengo muchas ganas a este libro porque este autor, aunque como indicas no es fácil de leer, sus historias se quedan contigo a lo largo del tiempo. Muy buena reseña!! Bss!

    ResponderEliminar
  2. Hola bonita! Pues a ver...vamos por partes. Hay cosas de las historia que me atraen mucho, lo primero la premisa de la que parte. Toda esa intriga que hay alrededor de Lucía, el qué pasará. También me parece interesante que se reflexione sobre el hecho de confiar a ciegas en alguien, sin apenas conocerlo (eso solo nos pasa a los tontos)...yo por eso cada vez voy con más cautela y me aplico el refrán de mi madre "si no quieres que algo no se sepa, que no salga de tu boca".

    Sobre si es un thriller o no, parece que su ritmo algo lento al principio casi hace descartarlo...un thriller tiene que ser algo frenético. Y sin tanto tecnicismo...que luego nos volvemos locos y no entendemos nada jajaja

    Eso sí, las temáticas de crítica social sí que podrían aparecer en una thriller o novela negra.

    Yo de momento no creo que me anime, tengo tropecientos pendientes y no acabo de recuperar mi ritmo lector. Se me complican las cosas por momentos jajaja así que pasaré de tecnicismos, de momento ;)

    Y tú no te preocupes, con Lolita de la saga Valeria recuperarás ese ritmo de thriller que tanto echas de menos jajajja

    Besitos guapa y buena semana

    ResponderEliminar
  3. Hola! No conocía el libro y tampoco al autor. Me ha gustado mucha de las cosas que mencionas en la reseña, sobre todo lo de la crítica al periodismo sensacionalista. Una muy buena reseña y una muy buena recomendación que me llevo anotada. Me quedo por este rincón a la espera de más.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Hola
    Había visto la portada por redes sociales y no sabía muy de qué trataba. Ahora leyendo tu reseña me da pereza ponerme con él ya que creo que no me gustaría ni lo disfrutaría.
    Cuando los personajes no transmiten es chungo seguir leyendo y peor es la sensación al acabarlo.
    Un thriller lo veo yo como algo que te mantiene en vilo y hay tensión, ¡ojo! así lo veo yo, lo mismo estoy equivocada. Si no has conseguido verlo como thriller por algo será...
    Muchas gracias por tu opinión, como verás yo en mi blog sigo con reseñas infantiles. Imposible ponerme ahora a leer las novelas románticas que tanto me gustan. La vida... jejeje.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Hola :)
    Ya había leído alguna reseña sobre este libro y la verdad es que tiene algo que me llama. Pero es cierto que me gustan los thrillers menos complejos y sin tantos tecnicismos. Aún así, me parece muy interesante el tema que se lleva a cabo en la trama y no dudaría en leerlo por mera curiosidad en este aspecto.
    Gracias por tu gran reseña, muy completa.
    Un beso

    ResponderEliminar
  6. ¡Hola!
    No había escuchado del autor, aunque no siento que sea de mi estilo tampoco lo descarto suena interesante la temática que trata y sobre todo la crítica que mencionas se hace. Lo apunto para el futuro. Gracias por tu reseña, siempre encuentro aquí un análisis interesante de los libros.
    Saludos infinitos.

    ResponderEliminar
  7. Me ha encantado la conclusión que le has puesto, toda esa crítica a la prensa sensacionalista y el papel que juegan los Estados en acrecentar los problemas. Son dos cosas en las que coincido totalmente, así que en ese aspecto, bien jugado por parte del autor.

    En cuanto a la novela no sé si me animaría con ella, pero me ha pasado ya otras veces eso de creer que voy a leerme un thriller y descubrir para mi sorpresa que no es exactamente ese tipo de libro. Tampoco me importa mucho, la verdad es que hay algunos que cuesta clasificarlos dentro de un solo género y son mas bien un popurri de unos cuantos jajajaja. Y no he leído nada de este autor así que en otros aspectos poco que agregar, tampoco su anterior novela en la que dices que comparte protagonista.

    Una pena que no te haya enganchado como esperabas, ¡Con lo que costó que llegara! Pero sé de buena tinta que tus dos actuales lecturas van a subir ese listón, por la cuenta que les trae :')

    ¡Un besazo!

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola, guapa!
    Este no es para mí así que lo descarto. Gracias por tu reseña.
    ¡Besos! ♥️

    Por cierto, te sigo por Pinterest :)

    ResponderEliminar
  9. ¡Hola!
    Soy nueva por aquí y he decidido quedarme :D

    El libro la verdad es que parece interesante, pero creo que nos para mí. Como dices no es apta apara todos lso públicos y me parece más reflexivo de lo que me gustaría. Además eso de que hayas tenido que usar el diccionario... no sé, jajaja. Aunque me ha resultado muy interesante lo que has comentado de la diferente numeración de los capítulos del pasado y el presente.

    ResponderEliminar
  10. ¡Hola guapa!
    Pues vaya chasco...yo si empezase un thriller y veo que al final de thriller no tiene ná de ná, pues me decepcionaría bastante.
    A simple vista este libro puede encajar mucho con lo que me está empezando a enganchar a leer, estoy tirando mucho para los thrillers y los libros de trama investigación. Lo que sí me echa bastante para atrás es el tema vocabulario y tecnicismos, vale que el autor tenga que explicar ciertos temas con palabras técnicas, lo entiendo, pero si vamos a encontrar demasiadas y voy a tener que echar mano del diccionario ,es que dejo el libro.

    No hay algo que me diga este libro tengo que leerlo...quizás el momento desconfianza que sentirá Alejandro, es completamente cierto que nos rodeamos de personas muchas veces y tienen doble cara, en ese aspecto para mí tiene un punto positivo el libro, pero hija mía, con tanto pendiente que tengo, hacerle un hueco para acabar decepcionada no mola...

    Muchas gracias por tu reseña, hacía tiempo que no te leia!!
    Un beso

    ResponderEliminar
  11. ¡Carol!

    ¡Qué gusto leerte! Personalmente, no me llama demasiado la trama y la sinopsis de este libro pero reconozco que las conclusiones de la crítica social hacia el periodismo sensacionalista (del que este señor es parte y fomenta, por cierto) son muy acertadas.

    Creo que no disfrutaría nada de nada de este "semi-thriller", me pondría de los nervios tantos tecnicismos.

    De todas formas, me alegro de que la hayas sacado al menos algo positivo.

    Un besote fuerte

    ResponderEliminar
  12. Bueno, no me importaría leerlo, la verdad..... Pero ahora mismo me apetecen otras cosillas.
    Besos.

    ResponderEliminar