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Educapeques | Gato Claudio y pez Gordo de Anitta Rock

ANITTA ROCK | GATO CLAUDIO Y PEZ GORDO | AÑO 2017 | 66 PÁGINAS |  BABIDI-BÚ
ISBN: 9788416777167 | 5/5 ⭐⭐⭐⭐⭐ | COMPRAR AQUÍ: BABIDI-BÚ  AMAZON
No es la primera vez que os traigo una reseña de la editorial Babidi-Bú. Si clickeais en los enlaces que os voy a dejar a continuación podréis leer EMOTI, 4 colores 4 emociones y La bola de los sueños. Sin embargo, si que es la primera vez que me hacen un envío en papel así que os voy a deleitar con alguna de las ilustraciones que aparecen en su interior que no son muchas, ya que el nivel del lector debe ser mayor de 6 años.

Gracias a Babidi-Bú por el ejemplar

Lo que nos encontramos en este cuento infantil es nada más y nada menos que la lucha constante por evitar el abandono animal. No obstante como bien sabéis le he sacado más partido al libro, pero ahora mismo vamos a centrarnos sobre lo que trata.
Gato Claudio es un gatito que vive felizmente con una familia formada por un papá, una mamá y un niño. Este último se convierte en el mejor amigo de Claudio 👦💛🐱 y, podría decirse, que lo hacen todo juntos. La historia empieza contándonos que el gatito es muy malo, pero no es que haya sido malo siempre sino que ha sido desde que lo abandonaron cuando se ha vuelto muy egoísta y ladronzuelo. Le roba comida a los vecinos y hace alguna que otra trastada.

Para su asombro no vio nada, solo una larga y gris carretera llena de coches rápidos y negros como el que tenían los papás.
Un gran mar de asfalto, lleno de enormes tiburones negros. 

Después de que los dueños de Claudio, contra la voluntad del hijo, le abandonasen, el primer pensamiento del gatito fue:

¿Por qué se habrán enfadado conmigo? ¿Por qué me ham castigado así? No recuerdo haber hecho nada... ¡Ah! Puede ser porque ayer estuve olisqueando la basura y deje tirado restos de comida por el suelo de la cocina... [...] Estoy seguro de que van a venir a por mi. [...] ¡Seguro! Y cuango vengan a recogerme, seré tan bueno y me portaré tan bien, que parecerá que tienen un muñeco en vez de un gato.

¿Intuis lo que ocurrió verdad? Exacto, no volvieron a por él. Claudio pensaba que iban a ir de viaje a la playa y lo único que hicieron en este tramo fue bajarse del coche para dejarlo abandonado a su suerte. No obstante, después de pasar horas y horas en la carretera, en el mismo sitio donde lo habían dejado este se dio por vencido y emprendió un viaje. No muy largo, solo hasta que vio un poco de mar porque ya sabemos que donde hay agua hay vida. Y sí, había vida y una gran cantidad de pescadores en el mar sacando pececillos. Una vez más Claudio hizo de las suyas y salvó a uno de los peces de una muerte segura, aunque el deseo irrefrenable del gato fuera otro. Hicieron tan buenas migas que se convirtieron en mejores amigos 🐱💙🐠 y así acabó el gatito. En primera linea de playa, siendo amigo de un pez y dándose baños salados diarios... ¡QUE NO! Que Anitta Rock no podría dejar que el libro finalizase así; pero lo que está claro es que si queréis saber cuál es el final del libro tendréis que leerlo ustedes mismos. Con tan poquitas páginas que tiene no os puedo desvelar mucho más. Lo que si os voy a enseñar son algunas de las poquitas ilustraciones que aparecen dentro del cuento 😊


Como siempre digo, y repetiré hasta la saciedad, estos libros están escritos para niños pero NO SIGNIFICA que sean solo para ellos. Yo me he emocionado mucho leyéndolo, porque trata un tema que me frustra mucho y que a muchas personas les quita el sueño (al menos yo soy una de ellas). Sin embargo, no podemos pretender que todos sean como nosotr@s (os incluyo en este lote aunque no sepa cuál es vuestra opinión). Me duele que perros y gatos sean abandonados diariamente a su suerte. Y hago un inciso para deciros que si queréis llegar a entender el sufrimiento por el que pasan diariamente las protectoras y asociaciones de animales tenéis que leer Contigo me quedaría de mi gran Mercedes Alonso, que no pararé tampoco de recomendaros (al menos no hasta que siga teniendo dedos para escribir y no me quede muda). Como todos, o la gran mayoría de los que me seguís en Instagram (otro inciso, sino lo haces no sé a que esperas @eterilina22) tengo dos gatos. Toda mi vida he tenido gatos y los adoro. Seré una loca de los gatos, me convertiré probablemente en una y, de hecho, cuando viva sola o con mi chico seguiré teniendo gatos. Eso sí, ADOPTADOS. No voy a comprar, por mucho que me encanten los bengal cats, no podría vivir con mi conciencia tranquila pagando un solo euro por un animal; y tampoco sé como pueden dormir algunas personas haciendo eso. Traficando con animales. Os podría dar una gran y enumerada lista de beneficios de tener una mascota, de que se convierta en tu amigo, de que cuando el día se te torne gris te lo convierta a colores, pero sería alargar demasiado este post y creo que todos sabemos ya lo gratificante que es darle una buena vida a un animal llenándolo de amor. Al igual que los humanos queremos ser correspondidos en el amor, ellos también deben serlo.

  📌 Abandono animal: el punto más importante de toda la historia. No sé si la autora ha escrito este libro para concienciar sobre ello, para hacerle partícipe a su hijo sobre lo que se va a encontrar en el mundo o cuál ha sido el motivo por el cuál se ha decidido a hacerlo (ahora mismo no es lo más relevante), sin embargo quiero romper una lanza a su favor porque no es fácil escribir sobre ello. Menos leerlo. Y peor es verlo y ser partícipe. Claudio es un gatito al que la vida le ha dado la oportunidad de compartir casa con unos humanos. No obstante, un día deciden deshacerse de él como si de un sofá viejo se tratara. Dejándolo en medio de la carretera, donde puede ser atropellado, sin ningún tipo de alimento, con lo cual podría morir, y sin remordimiento alguno, porque no volvieron a por él. Será que soy muy sentida pero el diálogo interno del gatito me ha llegado a lo más profundo seré tan bueno y me portaré tan bien que en vez de tener un gato tendrán un muñeco. Eso es a veces lo que creemos que son los animales, muñecos. De usar, tirar y renovar. Porque hoy abandonamos un animal, pero puede que el día de mañana volvamos a tener otro y hagamos lo mismo con él. Hay cientos de asociaciones desbordadas con tanto abandono, con tanto maltrato... Las noticias no se hacen un gran eco de ellas, pero su trabajo no quedará en el olvido ni impune mientras haya una única persona que vele por los derechos de los animales.

  📌 Evitar el egoísmo: os comenté que Claudio conoció a Gordo mientras unos pescadores estaban con el anzuelo en primera linea de playa intentando que algún pececillo picase. Bueno pues uno lo hizo, Gordo. Gato Claudio tenía mucha hambre, después de la caminata que se dio tras ser abandonado, y no más lejos de la realidad de lo que haría un gato en estos casos ayudó a pez Gordo a deshacerse del anzuelo y le salvó la vida.
Hay algunas veces que no queremos dejar de hacer algo porque nos perjudica a nosotros mismos, pero en ocasiones tenemos que mirar más allá y entender que algo que a nosotros nos beneficia igual a la otra persona no le hace ningún bien. Se podría extrapolar esta situación en cualquiera de los casos, pero creo que cada uno tiene que llevárselo a su terreno y saber cuándo y en qué momentos somos egoístas y solo miramos nuestro propio bien. Que no es que yo diga que no está bien serlo de vez en cuando (cuando te das demasiado a los demás y le dices que sí a todo, eso es un síntoma de que estás dejando de ser egoísta pero muy pero que muy inocente; en este caso delete a ese sentimiento de estar picando el anzuelo constantemente).

  📌 Amor, amistad e indiferencia: los protagonistas indudables de esta historia. El amor que sentía el niño por gato Claudio, la amistad que se forjó entre el gatito y el pez y la indiferencia de los humanos tras abandonar a un pobre animal que no puede valerse por sí solo. Porque no, los animales tendrán un instinto de supervivencia (al igual que las personas) pero eso no significa que puedan pedir ayuda, como nosotros, a viva voz.

 📌Concienciar sobre la conductas disruptivas: que una persona o un animal se comporten mal o mantenga conductas que no son las adecuadas no significa que lo hagan arbitrariamente sino que lleva consigo detrás una historia. Esto lo observamos al principio del cuento cuando

Aunque os voy a ser sincera y contaros la verdad de todo esto: Gato Claudio nunca había sido un gatito malo, pero le habían pasado muchas cosas feas que habían hecho que se comportara así.

Las personas o los animales no tenemos patrones preestablecidos como pueden tenerlos las prendas de vestir. Cuando un niño llora y patalea porque quiere algo es porque no se le ha ayudado a autogestionar sus sentimientos. Cuando un animal muerde/araña/tira cosas es porque no se le ha enseñado que eso que está haciendo está mal (véase el ejemplo de que un perro o un gato se suban al sofá, al dueño le haga gracia al principio pero luego no quiere que se suba más ahí; ¿se podría reeducar? Por supuesto, pero ello implica más trabajo que si se hubiera llevado a cabo desde el principio), y así os podría poner un largo etcétera... ¿Hay cosas que hacemos mal? Sí, miles y millones; pero creo que mientras no lo hagamos concienzudamente y que implique el malestar de los demás podemos seguir conviviendo con ello (por ejemplo, cruzar un semáforo en rojo para los peatones; está mal, sí, pero lo seguimos haciendo).

 📌Empatía: porque la empatía todo lo puede. Ponerse en el lugar de la otra persona, o en este caso del animal. Que los padres del niño se hubieran posicionado por un momento en Claudio, en cómo se sentirían ellos si sus padres les abandonasen en un orfanato o en plena calle. También ponerse en la piel de su hijo y sentir que eso que están haciendo está mal y que si en un primer momento no querían animales que no lo hubieran tenido. La misma empatía que tuvo el gato Claudio con pez Gordo y supo que comérselo no le ayudaría en nada, que lo que tenía era que ayudarle y salvarle la vida.

En la propia web de Babidi-Bú vienen algunos valores implícitos más (clickea aquí si quieres saberlos). Yo he querido proporcionar otros, fuera de los que ellos han dejado y que creo que saldrán por parte de la propia autora de la historia. Coincidimos en algunos, pero yo he querido ir más allá y explicaros el momento puntual en el que podemos diferenciar estos.

¿Conocíais la editorial?
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9 comentarios:

  1. ¡Lo quiero, lo quiero, lo quierooooo! yo veo un gato, un cuento y ya no distingo amigo de enemigo, me gusta sin más, jajajaja.
    Es una divinidad, así que pa mí pa siempre!!

    Besitos.

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  2. Pues la he conocido hace bien poquito. Una chica editó con ellos un cuento, Ramón Dragón y reseñé el viernes pasado el cuento. Un lindo mensaje el del cuento que reseñas :). Un abrazo

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  3. Ole Ole!! Qué bonito y qué cierto todo lo que dices Carol.

    Lo primero, la historia me parece una preciosidad y la edición de lujo. Sobre los valores que aporta me parecen fundamentales, me gusta que vaya más allá de lo típico y se ayude a concienciar a los más peques sobre lo que son los animales. Como tú dices, no es un juego para un rato y ya. Tener un animal en casa implica mucha responsabilidad y hay que ser consciente de eso desde el primer momento, sin olvidar que tienen sentimientos y que si no hacemos las cosas bien se les puede hacer mucho daño.
    A mí también se me parte el alma cada vez que veo animales que necesitan ser adoptados, o que han sido abandonados o cosas peores...me duele mucho, no entiendo como las personas pueden ser capaces de hacer semejante atrocidad. Quizás porque desde siempre nosotras hemos convivido con estos y sabemos todo lo que aportan, conocemos sus conductas, el significado de sus miradas.

    Me ha encantado tu reseña tan completa y tan bonita, me anoto el título por si me surgiera un regalo!

    Besotes

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  4. Que buena pinta porque además tiene todo para hacer que las conciencias se vean desarmadas cuando no son las adecuadas o actúan dañinamente. Voy a tener que hablar contigo seriamente.

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  5. Hola :)
    La verdad es que tiene muy buena pinta, además ahora con mi peque voy anotando muchos libros.
    También confieso que no conocía la editorial.
    Muchas gracias por la reseña!
    Un beso infinito ♥

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  6. No conocía ni la editorial ni el libro. Ojalá hubiera tenido acceso a este tipo de lecturas tan interesantes cuando mi hijo era pequeño, pero por aquel entonces no había apenas nada de esta índole. Besos y gracias por la recomendación

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  7. Hola!! el tema del abandono animal es algo que también me duele y me fastidia mucho. Conozco a gente que lo ha hecho y tras enterarme la relación con ellos ha pasado a ser más fria que una noche en invernalia (el trato es el mínimo y necesario que requiere la ocasión en la que nos vemos). Tengo un gatito adoptado y es lo más bonito del mundo, lo más cariñoso y lo más malo jajajajaja, no le falta un detalle al pobre. Dejando de lado porqué prefiero a los animales a muchas personas, creo que este libro debería ser de lectura obligada para que los niños y muchos mayores tomen conciencia de que los animales quieren y sufren igualmente. Gracias por la recomendación. Besos!!

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  8. hola,
    que cosa mas bonita de libro. Yo tengo gatos, mi madre y mis hermanas tambien, y somos muy animalistas y odio a la gente que abandona y maltrata... es algo que me saca de quicio. Me llevo el cuento apuntado porque se que a mi sobrino le va a encantar, y su cumple es el sabado ejjeje asi que va a tener un buen puñado d elibros para que se los lea mi hermana (ya le he comprado tres jejeje) Gracias por la reseña
    besotes ❤

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  9. ¡Hola Carol!

    Yo soy de las que piensan como tú, que el libro esté recomendado para mayores de 6 años no significa que tenga que ser infantil. De hecho hay muchos libros ilustrados hoy en día para adultos, cómics, manga etc..., no porque tenga dibujos tiene que ser infantil, que mucha gente lo piensa. Este es uno de esos libros que no me importaría incluso leer yo. Toca un tema que a mí me llega hondo también ,durante años he colaborado con protectoras de animales viviendo el maltrato muy de cerca, ahora ya menos, pero sigo concienciando como puedo a la gente de mi alrededor. Creo que es un tema importante para inculcar desde pequeños, y sobre todo educar a padres a no comprar animales y a adoptar. Solo así, el niño entenderá que un animal no es un objeto, un juguete, algo pasajero...un animal es una vida, y comprando se fomenta la cria incontrolable y los abandonos. En estas fechas la mayoria de padres satisfacen a sus hijos con animales por navidad, en febrero-marzo esos cachorros no tan cachorros ya, son abandonados.

    Sobre las ilustraciones del libro, he de decir que son preciosas y me encantan. La del gatito llorando me ha tocado la patata mucho. Ojalá muchos padres lean esta reseña y vean este libro y lo compren, de verdad.

    PD: Me sonaba mucho el título de El Gato Claudio, no sé si he oido hablar antes de él...

    ¡Besitos! Gran trabajo Carol

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