Reina Roja Jack Escarcha El intercambio Lucía en la noche El Paciente Casi, casi No es mío El jardín del gigante

Reseña | Todo eso que nos une de Ana Campoy

ANA CAMPOY | TODO ESO QUE NOS UNE | AÑO 2018 | 240 PÁGINAS |  ANAYA
ISBN: 
9788469836408 | 5/5 ⭐⭐⭐⭐ | COMPRAR AQUÍ: ROCA EDITORIAL  AMAZON

Hoy os traigo una reseña que no os va a dejar indiferentes. Ya sabéis, por otras, que el youngadult no es uno de los géneros con los que más empatizo; y eso es una realidad a la que no me puedo negar. No obstante, el precio, la portada y el título hicieron magia los tres a la par para que esta historia cayera en mis manos. ¡Y qué historia! Son muchas las primeras veces que van acompañadas de este ejemplar. La primera vez que leo algo de Ana Campoy y otra primera vez en la que me lanzo a la piscina con un ejemplar de Anaya. Ya sabéis que a mi la literatura infantil me chifla, y que con la juvenil estoy haciendo las paces paulatinamente. Después de este libro me ensalzaré más veces porque no quiero perder la oportunidad de traeros ejemplares alucinantes para que podamos, entre todos, inculcar el placer por las buenas lecturas. 

    Portada y título: una pasada por partes iguales. Estaba yo con Manuel de El secreto de Arlequin y autor de uno de los libros solidarios que reseñé (leer aquí) en la sección de libros de un Supermercado y digo voy a pasarme por allí (porque yo cada vez que voy a Granada mi mantra es pasarme a bichear) y cayó. Entre mis manos. En mis dedos. Se hizo la magia y con ella mi compra. La portada, esos ojos azules, ese naranja simulando al rubio/pelirrojo de uno de los personajes, y ese título Todo eso que nos une, porque como dice uno en el interior del libro estamos de paso [...] no somos propietarios, el cuerpo que tenemos es un regalo, no nos pertenece. Y claro con unas citas así, ¿cómo vas a dejarlo pasar? Cuando leo un título, a priori, intento pensar en el significado. En lo que es para mí ese título. A veces nos da pistas y otras no, pero para ello tenemos que descubrirlo y, en este caso en concreto, es muy acertado. Además, ¿qué decir de la tipografía? Me chifla, me encanta, me fascina ¡ME APASIONA! 

    Estructura interna: dispone de 240 páginas repartidas en 15 capítulos y un epílogo final. Algunos de ellos son más largos que otros, pero relativamente son cortos por lo que te los bebes en un santiamén. Conectas tanto con la protagonista, que es imposible no seguirla en su camino al éxito. Así que sí, acompañamos a un personaje durante toda la novela pero a veces da la sensación de que ella misma nos traslada los sentimientos de los demás desde su punto de vista, y creo que en ocasiones da de lleno en la diana.

- Voy a tener que agradecerle al señor Sesemann la explotación a la que te somete - dijo Chicocafé al cabo de un rato.
- ¿Por qué?
- Porque solo acedes a salir conmigo cuando tienes un berrinche. Confiésalo. Soy como una "mejor amiga". El paño de lágrimas para el día a día.
Que presumido.

    Personajes: para mi es difícil en este apartado no hablaros de todos los personajes. Cada uno de ellos nos ha aportado algo muy positivo. No obstante, en todos no se ve esa evolución por la que transcurren algunos. Y este caso particular lo quiero meter ya en la reseña porque hablaros de él después de tantos maravillosos personajes sería cargarme la caracterización de cada uno. Michael Sesemann un arquitecto para el que el trabajo está antes que las personas y los sentimientos de estas. Siempre hay que hacer lo que él diga, cuándo él diga y cómo el diga. Es de lo más pedante que ha pasado entre mis manos. Y mira que he leído personajes que me han calado hondo para mal, pero este se lleva la palma. Además de que como padre es nefasto, como pareja ya ni os cuento. Cree tener el poder absoluto de la voluntad de cualquiera. Podría entender que su comportamiento viniese derivado de alguna frustración que tuviera de pequeño, como no poder disfrutar del capital que él maneja; y creo que tampoco lo entendería. No hay que volcar nuestras propias frustraciones sobre los demás, lo que estamos haciendo es cargarnos a esa persona. Y este personaje se carga a cada uno que se encuentra por su paso, incluyendo a su hija Clara. ¿Qué decir de esta pequeña de trece años? Es una valiente con todas las letras. A su corta edad está desprovista de riñones por lo que no puede filtrar la sangre para eliminar los desechos del cuerpo y necesita realizarse tres diálisis a la semana para poder así eliminarlas artificialmente. Duro, ¿verdad? Pues la cosa no acaba aquí. Solo y únicamente tiene a la sirvienta de la casa Sesemann, Tinette, que es la que hasta ahora se ha encargado de ella. Su padre, el señor Sesemann está tan metido en su trabajo que es como si en vez de tener una hija tuviera un cactus al que hay que regar muy de vez en cuando. Es por ello por lo que se ha hecho una niña prudente, responsable y educada por sí sola. No tiene un referente o modelo en el que volcarse por lo que se siente sola y es por este motivo por el que entra en acción Anne Rottenmeier. Una violonchelista que dejó su hogar en Berlín para buscar una buena academia en Frankfurt. Aunque no tendrá, como se suele decir, una flor en el culo sino muchísimas trabas para conseguir encontrar casa. Así que prueba suerte siendo au pair aunque claro, ¿qué esperar de este oficio? Que te quede el mínimo tiempo al día para dedicarte a lo que te interesa, que en su caso es encontrar un profesor de chelo. Buscando casa, antes de entrar en la residencia Sesemann y tener que soportar a su antipático jefe, conoce a Budista, un hombre que podría haber sido su casero pero que le dio una patada cuando se enteró de que tocaba un instrumento de cuerda, pero os voy a decir algo ¡SE HACEN AMIGOS! Aunque tendréis que conocer el motivo por el que al final acaban simpatizando el uno con el otro hasta confesarse las casualidades más minuciosas. Además de a este conoce a Möclk, un profesor recortado de chelo, Dete, la novia de Michael Sesemann, Ade, sobrina de Dete a la que Anne tiene que cuidar también y por lo que no cobrará el doble, y, a quién nos más interesa, Chicocafé. Porque este chico fue una casualidad perfecta y es el que invitó a Anne a tomar una serie de decisiones; siempre las mejores. Es por ello por lo que ella nunca se arrepiente de lo que hace, pero sí de lo que suelta por esa boca porque la lengua le va mucho más rápida que su pensamiento en las ocasiones menos oportunas. 


Había empleado la noche en redactar nueve tipos de email. Casi una decena de formas de darle la vuelta a la tortilla. Pero al final todo fue inútil. Al día siguiente, cuando me senté frente al ordenador, acabé convenciéndome de que lo mejor era improvisar mi carta. Tanto argumento luchando por imponerse me había dejado agotada. Y supe que lo mejor era ser sincera. Chicocafé había sido muy intenso la última vez que nos vimos, pero algo me decía que podía ser ese tipo de persona que nos hartamos de buscar. [...] Decidí darle algo de cancha para variar.

    Trama: la trama gira entorno a Anne Rottenmeier; aunque en ocasiones tiene unas subtramas como la llegada de Ade, sobrina de Dete, a la residencia Sesemann o la enfermedad de Clara. Como ya os he comentado Anne se marcha de Berlín en busca de un lugar en el que alojarse mientras se pone en busca y captura del mejor (y más económico) profesor de chelo de Frankfurt, pero ambas cosas no van a serle fáciles. En primer lugar porque los pisos que encuentra son a cada cuál más extravagante, bien sea por el lugar en sí o por el casero. Y, en segundo lugar, porque la única oportunidad que obtuvo de tener un gran profesor y encontrarse en una gran academia se vieron asaltadas por la enfermedad de Clara. Su primera audición fue a las mil maravillas y la segunda... La segunda tendréis que descubrirla por vosotros mismos si es que queréis conocer que fue de Anne y Descolorido, su violonchelo. 
Entre tanto tendremos clases de español, un viaje a España, un perro callejero Harpo que se cuela en la casa de Sesemann, una cocinera que se va de la lengua cada vez que puede, una niña de cinco años que da más guerra que un mosquito en la oreja, un abuelo que sale al rescate a lo Superman, un violonchelista con muy malas pulgas, un budista que quiere limpiar su aura y un camarero que sirve unos milchkaffe para chuparte y rechupetearse los dedos. 

    Prosa de la autora: apasionante. Como ya os he dicho no he leído nunca a Ana Campoy, y os prometo que no será la última vez. Ana sabe cómo tiene que escribir para atrapar al lector, no hace uso de un lenguaje técnico ni pasa desapercibida su manera de explicar cada detalle. No se anda por las ramas, quiere ir al embrollo del asunto, en personalidad creo que Anne Rottenmeier y ella se parecen mucho. No les gustan las medias tintas, a ellas las cosas claras y el chocolate espeso. O el milchkaffe ni demasiado frío ni caliente. Y esto me gusta. Es lo que más me gusta de los autores. Que sepan que los detalles a veces son prescindibles, que no es necesario que nos especifiquen todo porque ya estamos nosotros para meternos de lleno en la situación. No narréis hasta la última gota de sudor que le cae al personaje o como este paga céntimo a céntimo en la cafetería. Me ha gustado como Ana Campoy ha ido jugando con la trama y las subtramas introduciéndolas en los momentos más precisos. Lo tiene todo calculado y eso se hace notar. Hay que ser prácticos, ir al grano y no andarse con chiquitas. Esto es lo que más me ha gustado de ella, y no es lo único ¡eh! Creo que es difícil con 38 años ponerse en la piel de una adolescente y ya no te cuento de unas niñas. Así que todo mi reconocimiento porque lo ha hecho magníficamente bien. 


Casi como si fuera un designio de la providencia, cuando llegué a mi cuarto y encendí el ordenador, descubrí un email de Chicocafé esperándome en la  bandeja de entrada.Era curioso que, tras haberme enfangado en consejos sentimentales, el destino me crontraatacara con mi propio conflicto de narices. Sin embargo, después de leer el email supe que la rendición era clara y contundente. El texto era estupendo. Igual que él.

    Aspectos positivos y negativos: he calificado este libro con 5 ⭐ en GoodReads - puedes encontrarme como Etérea Sanguez -. Y claro con esta nota, ¿qué tengo que decir yo malo del libro? Pues no os creáis que tengo algunas cosillas, que hay que tener en cuenta para próximas ediciones porque creo que retocando estas partes (o alguna de ellas) quedará un libro de diez no... De veinte. En primer lugar, algunos de los capítulos se inician con un e-mail escrito o recibido para Anne Rottenmeier. Pues bien, estos no están justificados. No es un crimen, pero creo que le da un mayor prestigio al ejemplar. Por otro lado una de las cosas que creo que quizá me ha hecho más daño es el término chucho, para referirse a un perro sin raza. Creo que no es el mejor calificativo para referirse a un animal puesto que este concepto tiene connotaciones negativas; al menos así lo veo yo. Aquí cada uno creo que tendrá su opinión y a unos afectará más o menos que a otros. Así que por lo pronto es una objeción que yo hago que seguro que vendría muy bien modificar. Y, ¿qué hay de la madre de Clara? Realmente no recuerdo si se la menciona por encima, de la que sí se habla es de la de Ade. No estoy segura al 100% por lo que no os puedo dar mi opinión en cuanto a su madre. Eso sí, del padre os puedo contar mil historias; todas para mal. Y lo último, ¿qué idioma hablan en España? ¿Alemán, español, inglés? Cuando se van de viaje y se hospedan en un hotel, ¿cómo le habla Anne al director del hotel? Es un detalle que parece una tontería, pero a lo que le he dado unas vueltas muy curiosas.
Y después de esto viene la parte positiva, la más emocionante, el por qué le he dado un súper aprobado. Porque el libro es una maravilla caída de las manos de Campoy. Me encanta haberme topado con Anne Rottenmeier, porque es una protagonista que ha dejado claro que no es perfecta y que tampoco pretende serlo. Siempre quiere quedar bien con el mundo, pero como nos ocurre a todos al final dejamos de ser nosotros mismos para convertirnos en personas alienadas. La evolución de este personaje es brutal. Llegó con una mano delante y otra detrás a Frankfurt y se fue creciendo ella sola conforme pasaron los días, los viajes, las idas y venidas, las discusiones, las ilusiones... Las señales. Esas señales que tanto le gustan a Anne, en las que cree a ciencia incierta. Porque para ella el destino es ese amigo que tenemos a nuestro lado y que a veces nos da bocanadas de aire fresco y otras veces nos la da con mantequilla y nos damos de bruces con la realidad. Y ella se ha dado, muchas veces; pero no ha tirado la toalla. Se ha secado el sudor con ella una y mil veces, y si tuviera que hacerlo una y dos mil veces más lo haría. Por ella y por las personas que están a su alrededor. Sabe poner en tela de juicio sus acciones, y también sabe reconocer cuando está equivocada y cómo y cuándo debe pedir perdón. No juzga a nadie, pero es muy señalada por todos. Anne haz esto, Anne haz lo otro... Y así se lleva en gran parte de la novela hasta que corta de raíz y empieza a tomar sus propias decisiones. Esas que parecía que nunca iba a tomar porque, estoy con Campoy, ninguno somos perfectos. Nos enfadamos, nos reconciliamos, soltamos por la boca las palabras más destructivas que podemos encontrar en ese momento y con ellas nos regodeamos por haber pisoteado a nuestro receptor.
No solo trata el paternalismo, la sobreprotección, la amistad, el amor y la familia como eje vertebrador, sino que Ana Campoy se embarca a dejarnos más de un mensaje sentimental y de amor propio. Es perfecta en todos los sentidos. Y su prosa no podía ser menos. 
Os estoy vendiendo el libro como la maravilla de la literatura, y es que creo que así es. El young adult os lo digo y os lo repetiré las veces que sean necesarias no es santo de mi devoción. Creo que este tipo de género va muy con la empatía de cada lector y no todos sabemos ponernos en el lugar de la otra persona de la misma manera. Es una pena a la vez que una realidad. En mi caso El único recuerdo de Flora Banks (reseña aquí) fue un absoluto y total desastre. No empaticé nada con la protagonista, la prosa era muy repetitiva, las partes importantes se narraban con pinzas... Así que sí, creo que tener esta capacidad genera que podamos sentir más cerca los sentimientos de los personajes. Hay que trabajarla mucho y creo que mediante la literatura, y con este ejemplar podréis conocer de cerca el sabor de comprender y sentir lo que le afecta a la otra persona.

    ¿Recomendado?: sino lo hiciera estaría siendo muy hipócrita en este momento. Ya os he dicho que la parte positiva le hace sombra a esas pequeñas minuciosidades que he encontrado. Después de leer este libro te darás cuenta, más todavía, de que aquellas personas con las que hemos creado un vínculo tardío pero fuerte son las que se encuentran más a nuestra disposición que otras para las que siempre hemos estado ahí pero que en el momento de la verdad no aparecen cuando más se les necesita. Insisto, empatía. Es un talento que con esta historia vais a poder fomentar y potenciar en vosotros mismos. Comprenderéis, creeréis y ayudaréis más a esas personas que se han equivocado, que han obrado mal y que quieren reconocer su error. Le tenderéis la mano a muchas otras con las que el vínculo que os ha unido no os podrá separar jamás. Porque Anne y Clara lo crean, capítulo tras capítulo, aunque en ocasiones parezca que la niña está sin estar y que la niñera estando no está.
De hecho, gracias a Ana Utopía a la que conoceréis por el poemario (para adquirirlo click aquí) que acaba de autopublicar o por su blog Can't fight the moonlight (visitadla, es una orden), me he percatado que el libro podría ser totalmente un retelling de Heidi. La autora menciona esta serie animada por encima en los agradecimientos, pero es que todo encaja: una chica alocada que aparta sus objetivos para darse a los demás (Heidi), una chica enferma educada que no busca llamar la atención (Clara), un padre que no le hace ni fruteñero caso a su hija (Sesemann),... Todo va encajando como un rompecabezas. Y me alegro que gracias a su apreciación haya dado totalmente en el clavo. En GoodReads dejé claro que creía que la autora había hecho un guiño a Heidi, pero no lo vi tan claro hasta que Ana me lo dijo ¡GRACIAS ANA, ERES MARAVILLOSA!

Puede que me excediera en mis funciones, pero me daba igual. El mundo avanza por lo que la gente hace de más. [...] No se saca el mismo jugo a la vida avanzando a base de atajos.

En definitiva, Todo eso que nos une es una novela fresca, ágil e imprescindible con la que nos sentiremos más humanos y con la que después de leerla reconoceremos y aprenderemos de nuestros errores. Nos ayuda a ver en nosotros a una persona imperfecta que tiene cualidades que aportar al mundo y a reforzar cada vez más el pensamiento de que en la vida hay que poner prioridades y que, a veces, ninguna de ellas tiene que ver con nosotros mismos. Defiende a cada paso que las decisiones que tomemos, para bien o para mal, no sean egoístas y con la que no nos sintamos mal después de tomarlas y llevarlas a cabo. Tener que vivir con el miedo a equivocarnos es, sin duda, el peor sentimiento por el que una persona puede atravesar y es por este motivo por el que tenemos que recordar que no somos propietarios de nada, ni siquiera de nuestras decisiones, pero sí de lo que derive de ella reconociendo nuestras equivocaciones en todo momento.


6 comentarios:

  1. OMG! ¿Por qué no me habías dicho que era un retelling de 'Heidi'? Jaja al principio pensaba que era coincidencia pero al terminar la reseña y ver todos los nombres y referencias no me cabe duda. Un punto más a su favor para leerlo :) ¡Mil gracias por desgranar cada uno de los aspectos de este libro! Así es muy fácil decidir si leer un libro o no ^^
    ¡UN ABRAZO ENORME! Y gracias por recomendarme esta joya :3

    ResponderEliminar
  2. Carol!

    Qué ganas tenía de leer esta reseña después de todo lo bien que habías hablado de ella por todas partes.
    Lo primero de todo, yo, como tú, no soy muy dada al youngadult. Me he llevado bastantes decepciones con libros de los que todo hablaba maravillas y luego me han parecido todos iguales: más estereotipos, más adolescentes rebeldes que sólo buscan atención y, en muchos casos, novelas lacrimógenas basadas en una enfermedad en lo que sólo se busca hacer llorar al lector para que digan lo emotivo que es. Que me he encontrado algunos buenos libres también en esta categoría, pero entiende que desconfie de esta categoría. Además, cada día me siento más alejada de la intensidad que le dan algunos (será que por mí también van pasando los años 😉)

    Dicho esto, reconozco que después de leer tu reseña no me importaría para nada leer este libro. Y aunque no lo lea, me alegro muchísimo de que existan este tipo de protagonistas, que se arriesgan a dejar su vida por un objetivo, en este caso, mejorar con el violonchelo. Y a base de suerte y de palos, va aprendiendo y mejorando. Destino y empatía, ¿what else? Sin leerlo, ya soy fan de Anne Rottenmeier (y de la autora por inspirarse en Heidi). Me parece una protagonista brutal, de las que pueden ser un referente para jóvenes. Chapeau por la prota y la autora! Por muchos más libros de este estilo.

    Un besote fuerte y a seguir con la racha de buenas lecturas

    ResponderEliminar
  3. No conocía esta lectura y el género lo leo pero poco pero esta vez me ha llamado la atención el mensaje que manda que me parece muy bonito. Además, en esta época de calor me encanta este tipo de libros ligeros
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Hola!
    En principio era un libro al que no le dábamos prioridad y ahora viendo lo que comentas definitivamente nos llama la atención, a pesar de los "peros" que has encontrado. Se ve una buena lectura piscinera o playera.
    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Yuhuuu por fin aparezco por aquí para leerte!! Ya tú sa...mucho lío y mucha mudanza.

    No me extraña que cogieras el libro y no lo soltaras, la portada es preciosa. De esas que llaman la atención, pero en este caso la intuición no te falló y acertaste de pleno.

    A mi todo lo que sea dejar lo que tienes atrás y lanzarte a algo nuevo me parece de olé, vamos...que yo no me atrevería pero me parece de admirar. Así que por esa parte me llama mucho la atención. Que no es perfecta pues mejor todavía...que ya está bien de estereotipos y poco realismo que no llevan a ná.

    Mira que yo no soy de este tipo de libros, pero voy a hacer una excepción porque sé que te has enamorado muy fuerte de esta historia de Ana, y me lo voy a anotar jajaja Además si toma inspiración de Heidi se me ablanda un poquito el corazón, que era de mis historias favoritas de pequeña.

    Besitos

    ResponderEliminar
  6. hola maja!
    Menuda reseña! Nunca me hubiese fijado en esta novela por la simple portada pero con todo lo que la detallas puede que le de la oportunidad. Ayy! Ese señor seseman (qué apellido más extraño) No quiero conocerlo, definitivamente ¬¬

    A ver si lo consigo y podemos compartir.
    Besos

    ResponderEliminar