Reina Roja Jack Escarcha El intercambio Lucía en la noche El Paciente Casi, casi No es mío El jardín del gigante

Reseña | El intercambio de Rebecca Fleet

REBECCA FLEET | EL INTERCAMBIO | AÑO 2019 | 432 PÁGINAS | SUMA 
ISBN: 9788491292883
 | 1,5/5 🌟 | COMPRAR AQUÍ: AMAZON MEGUSTALEER

Una vez más el thriller me acompaña otro mes, aunque esta vez no haya sido en solitario. Por segunda vez comparto lectura conjunta con mi querida Anabel de Libros en familia y he de adelantaros que, como la anterior vez con Shari Lapena (reseña aquí), no ha sido una elección acertada. Aun así, no cesaremos en el intento hasta que por fin demos con el libro que nos enganche, de principio a fin, y en el que nuestros mensajes por WhatsApp sean positivos de una vez por todas. Además, os presento la que se ha convertido en mi primera peor lectura del 2019. Estaba tardando pero sí, ya la tenemos. Apiadaros de mí y rezad para que este año no tenga tantas como en el 2018, click aquí para saber cuáles fueron

    Portada y título: os sorprenderá saber que la portada no fue lo que principalmente me llamó de primeras, sabiendo ya que soy la superficialidad hecha persona en cuanto a portadas literarias se refiere. Lo que acaparó toda mi atención fue el título y la frase no dejes las llaves de tu casa a cualquiera. Ahí fue cuando le dije a Anabel, ppsstt tenemos que leerlo. Fue como un instalove lo que tuve con él. Tanto ella como yo íbamos pensando que un título así no podía defraudarnos. Equivocadas de cabo a rabo.

    Estructura interna y prosa de la autora: las diferentes voces y el recurso espaciotemporal es lo que más me gusta en la historias. Todo lo que acontece en este libro transcurre en tierras inglesas. Mediante la intervención de dos personajes, Caroline y Francis, y los incesantes viajes al pasado y al presente, diferenciados entre sí con la palabra inicial "en casa" y "allí", será el modus operandi de la autora a lo largo de las casi 500 páginas. Los primeros datan del 2013 mientras que los otros del 2015. Además, se concretará el mes siendo febrero, marzo, abril y mayo los que acompañen a los momentos del pasado y mayo a los del presente. La particularidad de algunos capítulos es encontrarnos con algunas páginas escritas en cursiva; herramienta que se utiliza cuando una persona que se encuentra en otro lugar interviene puntualmente al final de cada capítulo narrado en el presente. Un aspecto a destacar de la historia es cuando Caroline se expresa como si estuviera acusando al lector, como si estuviera hablándole de forma directa (en la cita de abajo tenéis un ejemplo).
Es la primera vez que leo a Rebecca Fleet, puesto que se trata de una autora novel que ha puesto toda la pasión en su primera novela. El vocabulario que se utiliza está previsto de tecnicismos, cosa que se agradece, pero se podría decir que la manera de escribir de la autora es lineal. No despierta un desmedido interés en el lector, para ser un thriller, por lo que se van sucediendo los capítulos pareciendo que no se nos ha contado nada.

No puedo demostrarlo, pero sé que la persona que creó esa contraseña eres tú. Y, en ese caso, estás en mi casa. Mirando mis cosas, tocándolas. Durmiendo en mi cama. Te has vuelto a colar en mi vida.
La idea me provoca un complejo cúmulo de emociones. Desconcierto, excitación malsana, hasta temor. No me explico este comportamiento. No me cuadra con la persona que conocí: de una franqueza, sin tapujos, directo hasta la médula. Si querías verme, ¿por qué no mandarme un mensaje y punto? ¿Un correo electrónico?

    Personajes: no hay muchos personajes, pero los pocos que aparecen se podría decir que carecen de personalidad o que viven en una constante noria dramática. La indudable protagonista es Caroline y a su alrededor se vinculan Francis y Eddie, marido e hijo; Carl su compañero de trabajo y efímero affaire; y Amber, vecina que conoce en el intercambio que realiza en Leeds.
Os haré un breve recorrido por las relaciones de Caroline con los demás personajes. El matrimonio con Francis en 2013 estaba al borde del divorcio. No se sentía comprendida por él. Se encontraba ante un hombre que parecía no sentir ni padecer. Que se pasaba el día enajenado debido al consumo de pastillas que le provocaban sueños intermitentementes y unos niveles de ansiedad e irritabilidad, que provocaba que la relación entre ellos fuera cada vez a peor. Si se hablaban era para insultarse y lanzarse improperios. Aun así ella aguantaba y aguantaba, hasta que vio en Carl más que un compañero de trabajo, diez años menor que ella, por el que se sentía atraída además de deseada y querida. Caroline mantuvo su matrimonio con Francis y su aventura con Carl. Sin embargo, tanto ella como su compañero de trabajo sabían que sus encuentros no podrían ser eternos y que tenía que poner punto y final con alguno de los dos. Efectivamente continuó con su matrimonio, pero no por el amor que sintiera por su marido sino por algo que tendréis que descubrir vosotros mismos cuando leáis el libro. La aparición estelar de Amber, a la que podríamos bautizar como la vieja del visillo, no es fortuita sino que tendrá su razón de ser en la historia y que por razones obvias no puedo desvelaros. Lo único que os puedo adelantar, es que la relevancia de este personaje toma interés cuando te encuentras en los últimos diez capítulos en los que se va desgranando todo. No obstante su actitud a veces parece ser más de una maníaca persecutoria que de querer darle la bienvenida a los nuevos y eventuales inquilinos.

No había oído esta canción desde la última vez que te vi. No obstante, recuerdo el atestado bar donde la escuché contigo por primera vez; aquella sensación mágica de que todo encajaba, de que era una banda sonora creada especialmente para lo que estaba sucediendo en el exiguo espacio del local donde estábamos de pie a escasos milímetros de distancia, tus manos aproximándose con delicadeza a mi cintura para tirar de mí.

Sincerándome con vosotros, como siempre lo hago, os podría decir que los personajes escasean en cuanto a personalidad. En todo momento se comportan como robots. Como personas que no saben trabajar con sus propias emociones. La autora presenta a Caroline como una mujer fría, influenciable, que no sabe manejar la situación y muy Carpe Diem, para que al momento se arrepienta de sus acciones y se convierta en una persona caprichosa y cabreada con la vida. Tiene un hijo a su cargo del que parece desentenderse, a medias, y un marido en el que delega tareas que ella misma sabe que no está en condiciones de cumplir. La cuestión, es que sigue a dos bandas intentando reconducir su matrimonio y recordando día tras día su filtreo con Carl. Indudablemente las principales actitudes de este personaje son la melancolía, la indiferencia y la despreocupación.
Por otra parte, no creáis que Francis es mucho mejor. Un terapeuta que no tiene los pies en la tierra, con problemas insomnio e inestabilidad emocional. Una noria humana que, tras tomar sus pastillas, se encuentra en lo más alto y cuando transcurre el efecto cae en picado. Carente de habilidades sociales, dentro y fuera de casa. Al que le importa menos que nada los sentimientos de los demás y que no parece responsabilizarse lo más mínimo ni de sus acciones ni de las personas que tiene a su cargo, como su propio hijo Eddie (del que conocemos poco, pero que bañan, acuestan y leen un cuento por lo que podríamos deducir que tiene entre cuatro-cinco años).
Finalmente tenemos a Carl, el compañero de trabajo diez años más joven que Caroline y que a priori nos puede caer bien, pero tiene algo oscuro detrás. Sus comportamientos parecen, en ocasiones, más adultos que los de la propia protagonista. Aparece en pocas ocasiones, pero es más turbio y controlador de lo que podemos llegar a creer. Sin embargo, se trata de un personaje que no se deja conocer en su totalidad y con el que nos llevaremos más de una sorpresa. A primera instancia, le reconocemos como un chico cariñoso, atento, que busca la mirada, la atención y el reconocimiento de Caroline, pero que paulatinamente se van dando los capítulos acabamos conociendo su faceta más dominante. No obstante, junto con nuestra indudable protagonista será al que mayoritariamente vamos a tener presente a lo largo de los capítulos.

    Trama: la historia se inicia en el presente cuando Caroline y Francis reciben una oferta para intercambiar casa. Ni cortos ni perezosos le dan el visto bueno y deciden que necesitan pasar unos días a solas, sin su hijo, para reforzar su matrimonio y seguir construyendo lazos que llegaron a romperse en el pasado cuando esta le fue infiel. Una vez ponen los pies en la casa en la que convivirán durante una semana a ambos les recorre el sentimiento de que ningún elemento en esa casa es casual y que el vacío de recuerdos o decoración es como poco extraño. Sin hacer mucho caso a ello, transcurren los días y es Caroline la que, con la mosca detrás de la oreja, se percata de que algunos de los elementos de la casa quieren decirle algo; unos discos de música, un cuadro, unas flores. Así pues, decide contactar con la persona que se aloja en su casa y es ahí cuando sabe que nada de esto debería de haber ocurrido y que posiblemente el inquilino que está en su hogar está buscando venganza. Sin saber como decírselo a Francis, su esposa hace vida normal. Deja pasar los días y, aunque intranquila, se abre a conocer a una vecina, Amber. Esta nueva "amistad" que están soldando es totalmente desinteresada por la parte de Caroline hasta que conoce en profundidad quién es Amber y por qué la está acosando de esa manera. Es en ese punto álgido en el que no puede seguir conviviendo entre esas paredes, que tan conocidas y desconocidas se hacen para ella, e insiste a Francis, sin querer contarle los motivos, que necesitan volver a casa lo antes posible. ¿Quién será la persona que habita entre los recuerdos de Caroline? ¿Ese alguien formó parte de su pasado o sigue siendo su presente? ¿Vive en una constante paranoia o realmente cree que quien se encuentra en su casa busca, de alguna manera, venganza? ¿Es posible que esa persona lo haya calculado todo al milímetro para destruir la vida de Caroline? 

Yo pensaba que me regodearía en verla sufrir, pero la realidad no es lo que esperaba. Es como atrapar una mariposa bajo un cristal y descubrir una vez vista de cerca que, al fin y al cabo, quizá no era tan bonita como te parecía y que, ahora que la tienes donde quieres, prácticamente ha perdido interés.

    Aspectos positivos y negativos: nos encontramos ante un domestic noir al que se le podría haber sacado más jugo. Ante una historia en la que un triángulo amoroso puede ser la destrucción no de los sentimientos sino de la vida misma. En el que los comportamientos son cada vez más incoherentes y donde los personajes entran en un estado de paranoia transitoria que les priva, de alguna manera, a enfrentarse a lo que realmente está ocurriendo a cientos de kilómetros.
Avisaros también de que en algunas partes del libro, a la hora de intervenir un personaje, las acotaciones que se realizan de lo que está pensando o de como se expresa no están bien cerradas; por lo que podemos encontrarnos con que lo que dice en voz alta no esté separado de esos pensamientos. Puede tratarse de un error de corrección que podemos pasar totalmente por alto, aunque haga que la lectura se paralice y tengamos que volver atrás en alguna que otra ocasión.
Probablemente la nota que más se merezca esta novela está tirando más para el 1 que para el 2. Sin embargo, he sentido que en los últimos diez capítulos la cosa avanzaba y parecía que me iba a dejar un buen sabor de boca final. Ni mucho más lejos de la realidad, lo que he sentido es una gran decepción por el final, que nos ha regalado la autora jugando con los sentimientos del lector en todo momento.
Es decir, el punto positivo es que en los diez últimos capítulos la cosa parecía que se agilizaba. Que nos íbamos a encontrar con una protagonista que de una vez por todas iba a poner las cartas sobre la mesa, contarle a Francis todo lo que ocurrió en el pasado y que ahora mismo su hogar corría peligro. Nada de eso. Seguimos teniendo una Caroline soporífera. Que no exterioriza sus sentimientos, que deja hacer a su gusto y disfrute lo que quiera a la persona que se encuentra rodeada de sus recuerdos, ¿quién diantres se comporta así? ¡Que es tu casa leñes! ¡Que ahí tienes tu vida entera!
Además de todo ello, algunas actitudes de Caroline me han dejado con las patas colgando. ¿Cómo te vas con una mujer que conoces de 20 minutos a tomar un café con ella, que te llama por teléfono y no sabes de dónde ha sacado tu número, y que se presenta en la casa donde resides temporalmente a unas horas indecentes?

    ¿Recomendado?: hablando con otras personas, y teniendo en cuenta que no lo he leído en solitario, todos llegamos a la misma conclusión: una historia con un toque innovador que podría haber sido rompedor, pero que se ha quedado en ser un libro más. Un intento de novela que pretende entrar en la psicología del lector y que lo único que ha hecho es sacar de quicio a este, leyendo a la velocidad de la luz para que acabase pronto el sufrimiento lineal al que nos somete la autora.


Entonces, la realidad me golpea, muy a destiempo: si tú estás en mi casa, yo estoy en la tuya. [...]Me he pasado los últimos dos años creyendo que habías cortado toda relación conmigo porque te importaba; porque no había más remedio y porque, por muy radical que pudiera parecer, era el sacrificio necesario para hacer borrón y cuenta nueva. No consigo explicarme cuál ha podido ser el detonante que ha echado por tierra todo lo acontecido la última vez que te vi. 

En definitiva, El intercambio es una novela de suspense, con una idea innovadora y original que no ha sabido explotarse bien. En ella nos encontraremos a unos personajes carentes de personalidad y emociones, despreocupados porque su intimidad se vea atentada por las acciones del pasado. Una historia donde la autora juega con la mente del lector haciéndole creer que no todo lo que parece es lo que va a suceder y con un final que, contra todo pronóstico, ha dejado mucho que desear.

¿Qué thriller me recomiendas para remontar esta mala lectura?


4 comentarios:

  1. Hola guapa!!

    Pues mira, creo que ya sabes lo que te voy a decir...porque entre la reseña y el audio-spoiler me ha quedado claro que no debo acercarme ni con agua caliente 😂😂 Todavía me río cuando me acuerdo del audio!! jajaja Qué tía!

    La verdad es que es una pena que la historia diera para más, pero se quedara a medias tintas por los personajes. Pero es verdad que cómo empaticemos con ellos influye mucho en el resultado...mucho más cuando la trama pide tensión y no la tiene.

    He visto un montón de reseñas, pero ya veo que es un thriller prescindible...así que paso palabra y a por otra cosa mariposa ;)

    Besitos guapa

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  2. Hola :)
    Pues no pintaba mal ni por la sinopsis ni por esa pluma que acusa al lector, pero los personajes robots y que cueste leer me tira muy para atrás
    Un beso

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  3. Hola qué tal! vaya y fíjate que al ver la portada a mí sí me llamó la atención pero al leer tu reseña como que esa emoción fue bajando jeje pero igual y en un futuro no muy lejano le de alguna oportunidad jeje. ¡Gracias por tu reseña! ¡Saludos!

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  4. ¡Hola!
    De buenas a primeras no me llama mucho la atención, quizá se deba a que no he tenido buenas experiencias con libros de esta temática, sin embargo me pica un poco la curiosidad por lo que comentas, tal vez esta sea la buena y me sorprensa. Gracias por la reseña.
    Saludos infinitos.

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