Reina Roja Jack Escarcha El intercambio Lucía en la noche El Paciente Casi, casi No es mío El jardín del gigante

Los errores son los que nos mantienen vivo.

En esta vida lo que cuentan son los errores.

Nos movemos por inercia, pensamos que todo lo que hacemos es lo correcto; pero, existe un 50% de probabilidades de que lo que hagas sea lo mejor para ti o lo peor para los demás. Hace poco me he dado cuenta que las veces que lloramos no se corresponden con los momentos de felicidad. Que por mucho que sonrías nunca llegarás a ser plenamente feliz y que las personas que tienes a tu lado no siempre lo van a estar.

También debemos percatarnos de que no siempre nuestra melancolía gira entorno a nuestra cabeza, sino que  se distribuye formando un círculo vicioso en el que las personas importantes te defenderían a capa y espada; sin embargo, nunca es suficiente.

Damos cien millones de pasos en falso a pesar de que sólo hemos andando noventa millones. Es decir, nos equivocamos más veces de la que nosotros nos imaginamos pero ... ¿a quien le importa? A los afectados. Porque esos son los únicos que importan en ese momento. Los heridos en guerra son al final los que salen mal parados y los que salen ilesos son sólo un pequeño recuerdo de lo que han vivido durante la batalla.

No obstante, esos pequeños recuerdos sólo pasarán a nuestra memoria victoriosos de una caminata que a pesar de tornarse dura ha sido conseguida; pero si abandonamos la guerra, sólo nos quedará la desesperación, el pensamiento de imaginarnos en esa lucha continua y de lo que podría haberse ganado si nos hubiéramos huido como cobardes.

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