Reina Roja Jack Escarcha El intercambio Lucía en la noche El Paciente Casi, casi No es mío El jardín del gigante

La antigua magia de Lisa Kleypas.


Inclinándose sobre ella, Gideon se acomodó entre el montón de tela de su falda. Él desabrochó los primeros botones del corpiño y bajo la parte superior de su enagua hasta dejar al descubierto las suaves curvas de sus pechos. Ella deseó besarlo en ese momento. Deseaba su boca sobre la de ella, su lengua ... el sólo pensarlo atrajo un gemido de su garganta.
Respirando agitadamente, Gideon acomodó su cuerpo más sobre ella, alcanzando algo por detrás de su cabeza. Ella sintió el ruido del hielo, y por un momento se preguntó si él iba a tomar un trago justo en este momento. Pero sólo agarró un fragmento de hielo de la copa y se lo introdujo en la boca, y luego, para el asombro de ella, el acercó su cabeza sobre ella. Él doblegó la punta de su pecho con un beso helado, su lengua pasando sobre su pezón con ágiles y heladas caricias. Livia se contoneó debajo de él con un grito de asombro, pero Gideon la sostuvo y persistió, hasta que el hielo se disolvió en su boca caliente.
La fuerte presión de su excitación presionaba contra la parte interior del muslo de ella, mientras que cada caricia de la boca de él tensaba un resorte de placer en las entrañas de Livia.
Deslizando sus manos en el suave y mojado cabello dorado de él, mantuvo su cabeza contra ella, mientras que sus caderas se movían hacia arriba.
Pero Gideon la soltó de repente, separándose de ella con un gemido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario