Tal vez, la inocencia de pensar que podías tener algo que se tornaba oculto e imposible te dio las suficientes fuerzas para luchar por ello; pero, lo vas perdiendo por momentos.
Ha sido como volar por el cielo sin alas, como caminar sin zapatos, como obtener un premio y que te lo arrebaten.
Ha sido un impacto en el suelo del que costará levantarse.
Ha sido como quitarle una piruleta a un niño y el corazón a un adulto.
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