Reina Roja Jack Escarcha El intercambio Lucía en la noche El Paciente Casi, casi No es mío El jardín del gigante

Amor y desamor.


"El amor puede haber aportado una miríada de emociones positivas al que ha amado y que es capaz de seguir su camino abierto al amor, sin resentimiento. Para quien puede aceptar la finalización del amor sin amargura la experiencia puede suponer autoconocimiento, mayor lucidez, la vivencia de emociones intensas, la conexión con otra persona y lo que el poeta libanés Jalil Gibran, en El Profeta, describe como una transformación personal:

Cuando el amor os llame seguidlo,
aunque sus modos sean duros y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, dobleagos a él,
aunque la espada oculta entre sus plumas pueda heriros.


Y cuando os hable, creed en él,
aunque su voz pueda desbaratar vuestros sueños,
como el viento del norte convierte el jardín en hojarasca.


Porque así como el amor os corona, os crucifica.
Así como os hace crecer, también os poda.
Así como se eleva hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol 
también penetrará hasta nuestras raices y las sacudirá de su arraigo a la tierra.


Como espigas de trigo, os cosecha.
Os apalea para desnudaros.
Os trilla para libraros de vuestra paja.
Os muele hasta dejaros blancos.
Os amasa hasta que seáis ágiles,
y luego os entrega a su juego sagrado, y os transforma
en pan sagrado para el festín de Dios.
Todas estas cosas hará el amor con vosotros
para que podáis conocer los secretos de vuestro corazón
y con este conocimiento os convirtáis en un fragmento del corazón de la Vida.


Pero si vuestro temor os hace buscar sólo la paz y las mieles del amor,
entonces más vale que cubráis vuestra desnudez
y os apartéis de la senda del amor,
para que entréis en el mundo sin estaciones, 
donde reiréis, pero no todas vuestras risas,
y llorarías, pero no todas vuestras lágrimas.


El amor sólo da de sí y no recibe sino de sí mismo.
El amor no posee y no quiere ser poseído.
Porque al amor le basta con el amor.

[...]"

- Brújula para navegantes emocionales; Elsa Punset.

No hay comentarios:

Publicar un comentario