DAVID M. BARNETT | EL HOMBRE QUE SE FUE A MARTE PORQUE QUERÍA ESTAR SOLO | AÑO 2018 | 368 PÁGINAS HARPERCOLLINS | ISBN: 9788491392057 | 4/5 ⭐⭐⭐⭐ | COMPRAR AQUÍ: HARPERCOLLINS AMAZON |
Gracias a HarperCollins por el ejemplar
Portada y título: he estado vagando en busca de la versión original y he de decir que aunque la traducción no va desencaminada, la inglesa le da mil millones de patadas. Es más intuitiva y el título no es taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan largo. Odio que eternicen los títulos. ¿Es llamativo? Sí. ¿Es fácil de recordar? En una palabra: NO. Es probable que dentro de poco lo único que pueda recordar del título es Hombre que se fue a Marte, me da igual si ha sido para perder de vista a la Tierra o para que la Tierra le pierda de vista a él. Lo mismo me da que me da lo mismo. Aquí HarperCollins ha pegado, para mi gusto, un resbalón importante. Aquí podéis consultar la maquetación de la novela clickeame. Esos dos planetas, en el que en uno aparece una persona sentada en un banco y otro más abajo en el que hay otras tres personas no están ahí arbitrariamente. Esto lo entenderéis en la parte de la trama (a la que ya sabéis que le he hecho un pequeño ajuste introduciéndola después de los personajes).
Estructura interna: aquí no hay epílogos ni prólogos. Vamos a ir directos al meollo del asunto. La historia estará contada en tercera persona y dividida en tres partes. Esto lo único que tendrá de diferente es que tendremos alrededor de 20 capítulos por parte (primera parte: capítulos 1 al 22; segunda parte: capítulos 23 al 41; tercera parte: capítulos 42 al 68). Además de estar enumerados irán acompañados de un título que, según he ido viendo, se extrae de unas cuantas palabras o una frase literal del propio capítulo. Al disponer de un narrador omnisciente y del recurso pasado-presente la lectura no se lleva a cabo ágilmente. Esto puede ocasionar en algunos momentos unos desajustes entre lo que sabemos y lo que leemos; es decir, de repente estamos en el 1978 que en el 2017 con el mismo personaje y donde hemos dado un salto de 41 años. Esto no quiere decir que la lectura se imposibilite sino que prácticamente estaréis haciendo cuentas a lo largo de todo el libro ya que conoceremos a los personajes en su niñez, adolescencia y adultez.
Personajes: aquí cabría mencionar a unos buenos cuantos personajes porque el autor los ha metido a cascoporro. Sin embargo, me limitaré a mencionaros los más destacados porque sino no acabaríamos la reseña y tendría que dividirla en dos, como si esto se tratase de un video de Youtube.
Cabría decir que indudablemente quien tiene todo el protagonismo es Thomas Major, o Major Tom como se le conoce en ocasiones en la novela debido a una de las canciones de David Bowie Space Oddity, pero para mi no ha sido así. La que para mi se ha convertido en la mayor prueba de voluntad, valentía y corazón es Gladys Ormerod, una anciana de 71 años que tiene su mundo hecho un desastre y que pone el de otro cualquiera patas arriba, como pueden ser perfectamente el de Ellie y James, sus nietos huérfanos de madre y con el padre encarcelado. ¡MENUDO DRAMA VERDAD! Pues no, aquí no acaba la cosa, porque me voy a detener en cada uno de ellos y os voy a trasladar mis impresiones a través de estos descabellados personajes.
Empecemos por Gladys. Una anciana que tiene una demencia neurodegenerativa (esto no se concreta en el libro, de lo único que se habla es de demencia en lineas generales). Constantemente recordando a su esposo Bill que falleció hace veinte años. Cuidando de unos nietos que se han quedado 'sin padres' cuando a quien hay que cuidarla es a ella. O mejor dicho, ella se tiene que cuidar de sí misma. De los peligros del exterior y de los de su propio interior. Está constantemente siendo visitada por sus demonios, tiene episodios en los que se desconoce prácticamente así misma y debe estar completa y absolutamente encerrada entre las cuatro paredes de su casa para que no le ocurra nada malo. Sin embargo, esta mujer tiene garra, un aguante, que ya quisiera David Meca para cruzar el Nilo, y una mente maravillosa en la que no entra otra cosa que no sea ayudar, por todos los medios, a salir de ese lío en el que ha metido a sus nietos por recoger sobres marrones y no decir ni pío a James o a Ellie.
Luego tenemos a Ellie. Una quinceañera que hace todo lo posible para sacar adelante a su familia que en este momento consta de James y Abu, o sea Gladys. Una adolescente que tiene que dejar de lado sus estudios, sin abandonarlos del todo, para trabajar en tres oficios completamente diferentes y poder así pagar las facturas y el colegio 'de pijos' al que los padres matricularon a James para explotar todo su potencial y madera de científico. No está viviendo como una chica que ha entrado en plena pubertad, donde sus hormonas se revolucionan, en la que debería estar más preocupada de salir y entrar que de estar encerrada trabajando a diestro y siniestro. Es una chica que no deja de tener la antena activada, con una mente inquieta que está cada dos por tres en funcionamiento y que intenta día tras día no se descubiertos por la policía para que no le separen de su hermano siendo estos llevados a un centro de menores y que su Abu no acabe encerrada en una residencia. Es de vital importancia para ella que nadie sepa sobre la vida que ha tenido su familia y, mucho menos, la que están teniendo ahora; no hasta que su padre no salga de la cárcel.
De James, un pequeño de solo una década, no podemos pedir muchas cosas. Bueno sí, que se defienda. Que acabe apuntadose a clases de kárate para darle su merecido a Oscar Sherrington y su panda de matones que solo saben llamarle muerto de hambre o estar constantemente recordándole que tiene una abuela 'loca', una madre muerta y un padre en la cárcel, ¡como si él no lo supiera! Este chico lo único que hace es intentar pasar desapercibido por todos los medios, sacar las mejores notas de toda su promoción, porque otra cosa no será pero inteligente es un rato, y evitar a toda costa que la policía o los servicios sociales se personen en su casa para separarles de Ellie y Abu. Para ello intenta dar el menor ruido posible, tanto dentro de casa como fuera de ella, seguir poniendo en funcionamiento su mente científica y desear ansiosamente que su padre Darren vuelta a casa para así poder tener una infancia menos dura.
Por último, Thomas Major o Major Tom. Un técnico químico que un día decide enfundarse el traje de astronauta para perderse en el planeta Marte, donde debería estar otra persona mejor preparada que él pero... ¡Por supuesto no os voy a contar el por qué es él quien acaba allí! Que el señor me libre de contar lo justo y necesario para que os quedéis con las ganas de leer a Barnett.
La cuestión es que a este pobre nuestro le ha pasado de todo menos bueno. Se encuentra más solo que la una, viviendo solo y en una calle en la que le han cortado los suministros hasta nuevo aviso. No tiene a nadie a quien acudir porque además de ser un nefasto hijo/hermano/marido/amigo es el llanero solitario. Si queréis conocer a alguien a quien no le gusta tener contacto ni visual ni dialéctico con nadie ese es Tom. Un tipo de cuarenta y siete años que se niega en rotundo a seguir en la Tierra. Quiere perderlos a todos de vista. Lo que no sabe es que una vez esté casi con el pie en nuestro planeta vecino tendrá unas ganas terribles y tremendas de volver con la humanidad, ¿por qué? Porque tendrás que leerlo para saber lo que le ocurre a nuestro astronauta enmascarado y desinteresado, más borde y duro que los trozos de la pizza.
Trama: la trama es sin duda lo que más atrapa, pero también lo que más cuesta de pillar porque empiezas a visitar el cine para ver La guerra de las galaxias y terminas pirándote a Marte con una mano delante y otras detrás y tú te quedas en plan What's happend? Pasa que Barnett nos mete los personajes y las subtramas con calzador. A veces necesitamos un poco de espacio entre ocurrencia y acontecimientos para respirar un poco y volver a ubicarnos.
Lo que sí está claro es que: 1) Thomas Major quiere desaparecer de la faz de la Tierra, 2) Gladys, Ellie y James serán desalojados de su casa si no consiguen cinco mil de los grandes para pagar las cuentas pendientes con el banco, 3) Se creará un vínculo entre estos cuatro protagonistas que acabará poniéndolos en peligro a todos con la BriSpA y 4) Se precisará de la intervención de Thomas Major en el Concurso Escolar Nacional de Ciencias para Jóvenes donde la flatus ignitionis será otro experimento científico y, sin lugar a dudas, más pestoso entre los candidatos. Entre tanto tendremos un poco de todo. Unos personajes que se niegan a que las cosas que van mal puedan ir a peor, una relaciones públicas que es más peligrosa que una víbora, un jefe que quiere liquidar a Major Tom y capítulos que pasarán entre canciones y canciones de los setenta y ochenta para hacernos más light los dramones que viviremos junto con los personajes.
Además de todo esto se mencionarán a personalidades como David Bowie, que casualmente muere el día que Thomas cumple 47 años, Stephen Hawking (que casualmente leí el nombre un día después de su muerte, bienvenidas a la chunguísima casualidad) y películas como La guerra de las galaxias o El planeta de los simios (película que vi el día anterior a leer su título en la novela, añadamos otra casualidad más).
Pluma del autor: Barnett ha conseguido que la cotidianidad y el vocabulario no excesivamente lleno de tecnicismos creen un aura humorística, que es sin lugar a dudas lo que se pretendía en esta novela. Es la primera vez que lo leo pero, si puedo, no será la última. La historia que ha creado es buenísima, en ella intenta por todos los medios ser lo más respetuoso posible con el colectivo científico y, sobre todo, con las personas que están perdiendo su hogar o los jóvenes que se hacen cargo de sus familiares debido a las enfermedades por las que atraviesan. En los agradecimientos el propio autor escribe unas palabras que quiero compartir con ustedes porque creo que es lo que más humano hace a un escritor. Tener la modestia de reconocer que solo no podría haber conseguido hacer el sueño de la publicación de una novela realidad.
Mientras observa a la gente bailar, se da cuenta de que no todo lo relacionado con crecer es, de hecho, tan malo. Tiene algo bastante divertido. Es solo que todo lo que ha hecho - cuidar de su hermano, preocuparse por su abuela, cocinar para todos, asegurarse de que todos lleguen a la hora o el lugar dónde deberían es la parte aburrida.
- James - dice Thomas con calma -. ¿Por qué crees que estoy aquí? Me fui al espacio porque no aguantaba ni un momento más en la Tierra, no podía seguir observando ni un segundo más el desastre que era mi vida. Desde que era un niño, las cosas han ido mal a mi alrededor. Fracasé como hijo, fracasé como marido, fracasé en todo. Fracasé incluso en lo de ser el primer hombre en Marte. Ni siquiera es que estuviera destinado a este trabajo.
Personajes: aquí cabría mencionar a unos buenos cuantos personajes porque el autor los ha metido a cascoporro. Sin embargo, me limitaré a mencionaros los más destacados porque sino no acabaríamos la reseña y tendría que dividirla en dos, como si esto se tratase de un video de Youtube.
Cabría decir que indudablemente quien tiene todo el protagonismo es Thomas Major, o Major Tom como se le conoce en ocasiones en la novela debido a una de las canciones de David Bowie Space Oddity, pero para mi no ha sido así. La que para mi se ha convertido en la mayor prueba de voluntad, valentía y corazón es Gladys Ormerod, una anciana de 71 años que tiene su mundo hecho un desastre y que pone el de otro cualquiera patas arriba, como pueden ser perfectamente el de Ellie y James, sus nietos huérfanos de madre y con el padre encarcelado. ¡MENUDO DRAMA VERDAD! Pues no, aquí no acaba la cosa, porque me voy a detener en cada uno de ellos y os voy a trasladar mis impresiones a través de estos descabellados personajes.
Empecemos por Gladys. Una anciana que tiene una demencia neurodegenerativa (esto no se concreta en el libro, de lo único que se habla es de demencia en lineas generales). Constantemente recordando a su esposo Bill que falleció hace veinte años. Cuidando de unos nietos que se han quedado 'sin padres' cuando a quien hay que cuidarla es a ella. O mejor dicho, ella se tiene que cuidar de sí misma. De los peligros del exterior y de los de su propio interior. Está constantemente siendo visitada por sus demonios, tiene episodios en los que se desconoce prácticamente así misma y debe estar completa y absolutamente encerrada entre las cuatro paredes de su casa para que no le ocurra nada malo. Sin embargo, esta mujer tiene garra, un aguante, que ya quisiera David Meca para cruzar el Nilo, y una mente maravillosa en la que no entra otra cosa que no sea ayudar, por todos los medios, a salir de ese lío en el que ha metido a sus nietos por recoger sobres marrones y no decir ni pío a James o a Ellie.
Luego tenemos a Ellie. Una quinceañera que hace todo lo posible para sacar adelante a su familia que en este momento consta de James y Abu, o sea Gladys. Una adolescente que tiene que dejar de lado sus estudios, sin abandonarlos del todo, para trabajar en tres oficios completamente diferentes y poder así pagar las facturas y el colegio 'de pijos' al que los padres matricularon a James para explotar todo su potencial y madera de científico. No está viviendo como una chica que ha entrado en plena pubertad, donde sus hormonas se revolucionan, en la que debería estar más preocupada de salir y entrar que de estar encerrada trabajando a diestro y siniestro. Es una chica que no deja de tener la antena activada, con una mente inquieta que está cada dos por tres en funcionamiento y que intenta día tras día no se descubiertos por la policía para que no le separen de su hermano siendo estos llevados a un centro de menores y que su Abu no acabe encerrada en una residencia. Es de vital importancia para ella que nadie sepa sobre la vida que ha tenido su familia y, mucho menos, la que están teniendo ahora; no hasta que su padre no salga de la cárcel.
De James, un pequeño de solo una década, no podemos pedir muchas cosas. Bueno sí, que se defienda. Que acabe apuntadose a clases de kárate para darle su merecido a Oscar Sherrington y su panda de matones que solo saben llamarle muerto de hambre o estar constantemente recordándole que tiene una abuela 'loca', una madre muerta y un padre en la cárcel, ¡como si él no lo supiera! Este chico lo único que hace es intentar pasar desapercibido por todos los medios, sacar las mejores notas de toda su promoción, porque otra cosa no será pero inteligente es un rato, y evitar a toda costa que la policía o los servicios sociales se personen en su casa para separarles de Ellie y Abu. Para ello intenta dar el menor ruido posible, tanto dentro de casa como fuera de ella, seguir poniendo en funcionamiento su mente científica y desear ansiosamente que su padre Darren vuelta a casa para así poder tener una infancia menos dura.
Por último, Thomas Major o Major Tom. Un técnico químico que un día decide enfundarse el traje de astronauta para perderse en el planeta Marte, donde debería estar otra persona mejor preparada que él pero... ¡Por supuesto no os voy a contar el por qué es él quien acaba allí! Que el señor me libre de contar lo justo y necesario para que os quedéis con las ganas de leer a Barnett.
La cuestión es que a este pobre nuestro le ha pasado de todo menos bueno. Se encuentra más solo que la una, viviendo solo y en una calle en la que le han cortado los suministros hasta nuevo aviso. No tiene a nadie a quien acudir porque además de ser un nefasto hijo/hermano/marido/amigo es el llanero solitario. Si queréis conocer a alguien a quien no le gusta tener contacto ni visual ni dialéctico con nadie ese es Tom. Un tipo de cuarenta y siete años que se niega en rotundo a seguir en la Tierra. Quiere perderlos a todos de vista. Lo que no sabe es que una vez esté casi con el pie en nuestro planeta vecino tendrá unas ganas terribles y tremendas de volver con la humanidad, ¿por qué? Porque tendrás que leerlo para saber lo que le ocurre a nuestro astronauta enmascarado y desinteresado, más borde y duro que los trozos de la pizza.
"Aún no es de noche pero el cielo ya está de color azul profundo. La luna llena está muy cerca del horizonte, sobre los tejados negros. Como una moneda de diez peniques, dice papá. Thomas cierra un ojo y pone el pulgar y el índice alrededor del disco lunar.
- ¡La tengo, papá! ¡Tengo la luna!
- Métetela en el bolsillo, hijo - dice -. No sabes cuándo puedes necesitarla. [...]"
Trama: la trama es sin duda lo que más atrapa, pero también lo que más cuesta de pillar porque empiezas a visitar el cine para ver La guerra de las galaxias y terminas pirándote a Marte con una mano delante y otras detrás y tú te quedas en plan What's happend? Pasa que Barnett nos mete los personajes y las subtramas con calzador. A veces necesitamos un poco de espacio entre ocurrencia y acontecimientos para respirar un poco y volver a ubicarnos.
Lo que sí está claro es que: 1) Thomas Major quiere desaparecer de la faz de la Tierra, 2) Gladys, Ellie y James serán desalojados de su casa si no consiguen cinco mil de los grandes para pagar las cuentas pendientes con el banco, 3) Se creará un vínculo entre estos cuatro protagonistas que acabará poniéndolos en peligro a todos con la BriSpA y 4) Se precisará de la intervención de Thomas Major en el Concurso Escolar Nacional de Ciencias para Jóvenes donde la flatus ignitionis será otro experimento científico y, sin lugar a dudas, más pestoso entre los candidatos. Entre tanto tendremos un poco de todo. Unos personajes que se niegan a que las cosas que van mal puedan ir a peor, una relaciones públicas que es más peligrosa que una víbora, un jefe que quiere liquidar a Major Tom y capítulos que pasarán entre canciones y canciones de los setenta y ochenta para hacernos más light los dramones que viviremos junto con los personajes.
Además de todo esto se mencionarán a personalidades como David Bowie, que casualmente muere el día que Thomas cumple 47 años, Stephen Hawking (que casualmente leí el nombre un día después de su muerte, bienvenidas a la chunguísima casualidad) y películas como La guerra de las galaxias o El planeta de los simios (película que vi el día anterior a leer su título en la novela, añadamos otra casualidad más).
¿Fue eso? Thomas se frota la cara con la mano. ¿Un intento de redención? ¿A estas alturas? ¿Eso es todo? ¿Solo algo para... qué? ¿Para sentirse mejor, como expresa James tan sucintamente? Una vez más contempla la Tierra, cada vez más enana, y de golpe una imagen le viene a la mente. James está ahí abajo, en algún lugar, en la oscuridad. James, Gladys, Laura y Janet y todas esas personas cuyas vidas se cruzaron con la suya. Toda esa gente. Claudia. Y ahí arriba... nada excepto Thomas. Ningún ser humano aparte de él. ¿Seis millones de ellos en la Tierra y no supo encontrar allí a una sola persona de la que hacerse amigo? El espacio es un vacío ingrávido, pero de golpe siente que le oprime por todos lados.Y por primera vez desde que se subió a ese cacharro de feria soviético y fue disparado al espacio, se siente profundamente solo.
Como Thomas descrube en esta novela, nadie puede existir en el vacío absoluto, y eso también sirve para los escritores. Ser un escritor podría parecer un trabajo solitario e introspectivo, pero un libro como este no llegaría a ver la luz sin el gran esfuerzo de un buen número de personas.
Aspectos positivos y negativos: por supuesto que esa estrella que le ha faltado para convertirse en una lectura perfecta la he notado. Puede que quizá sea algo más personal, sea un aspecto que se podría pasar por alto o más bien que no tendría porqué convertirse en un hándicap para leerlo. Esto se trata de que me he sentido muy perdida al comienzo del libro; esto es así hasta prácticamente llegar a la segunda parte. Pero es que la cosa no mejoraba por momentos ya que cuando por fin me enorgullecía de estar enterándome de lo que pasaba, empezaban a surgir nombres de personajes, que aunque han formado parte indispensable de los protagonistas y a través de ellos podemos conocer un poco más la personalidad de estos, no dejaban de ser una parte accesoria de la que se podría haber prescindido. Puede que al final este aspecto me gustase porque como ya os digo es algo personal que a veces necesitaba y que otras veces no me hacía falta o no me era excesivamente necesario. Aunque lo que más me ha dolido ha sido que en algunas partes del libro ha sido muy previsible. Me anticipaba a lo que a continuación iba a ocurrir y eso señores míos no me gusta nada. Si hay algo que más rabia me de es eso, pero en ese aspecto no sabía que el final que Barnett me iba a dar iba a ser tan glorioso. Así que vámonos derechitos a lo positivo por que, ¿para que minaros la moral? El libro me ha gustado y si le he dado esa nota ha sido por algo. Para empezar porque sus protagonistas son muy humanos. Cometen errores y cualquiera de ellos podríamos ejercutarlos nosotros mismos a día de hoy. Además de eso hay una inmensidad de situaciones cómicas que sacan al lector más de una carcajada. De hecho os diré que en este libro he aprendido más sobre los peos en llamas que en toda mi vida dando ciencias. En el aspecto científico y astrólogo el autor no se ha excedido, de hecho diría que es la parte menos relevante e importante en toda la novela. El factor social es lo que prima en todo ello y, sobre todo, la incansable búsqueda de la bondad en el ser humano. Le ocurren muchas desgracias a los personajes, pero cada una de ellas lo hace más fuerte e indestructibles.
- Los pedos surgen por la descomposición en nuestros estómagos de lo que hemos comido, gracias a las bacterias. La mayor parte de lo que comemos es procesado, o completo, y necesitamos reducirlo a compuestos químicos más simples. La mayoría de los pedos tienen - cuenta con sus dedos - seis gases principales. Dióxido de carbono, hidrógeno, sulfuro de hidrógeno, metano, nitrógeno y oxígeno. Pero, ¿sabíais que los pedos de cada individuo son únicos? Depende de la bioquímica y de lo que han estado comiendo. Por eso los míos son muy ruidosos pero no huelen mucho, pero los de mi Abu son flojos y malolientes. Como decimos en casa, silenciosos pero letales. [...]
- La flatus ignitionis ocurre cuando te tiras un pedo sobre una llama. El hidrógeno, el sulfuro de hidrógeno y el metano son gases inflamables. Hay principalmente hidrógeno, y eso hace que la llama sea amarilla. Si tienes un montón de metano, el color es azul. Yo nunca he sido capaz de hacer eso. Es muy raro. Lo llaman el Ángel Azul.
¿Recomendado?: si esto me lo hubieran preguntado cuando estaba a mitad del libro habría dicho absolutamente que no, pero ahora que lo he leído enterito, que sé que Major Tom no es más que un ser humano que se marchó de la Tierra para encontrar un mejor lugar en Marte y poder así hacer una nueva vida junto... Bueno junto a esa atmósfera, os puedo asegurar que os sentiréis identificados con él. Porque a veces cada uno de nosotros hemos sentido que no encajamos en algún lugar, o en el planeta en general.
En definitiva, El hombre que se fue a Marte porque quería estar solo es una novela dramática, con constantes toques de humor, protagonizada por personas que provienen de familias desectructuradas, que temen abrirse y expresar sus sentimientos a la humanidad, atacadas por sus interminables malos recuerdos y que intentan por activa y por pasiva encontrar su lugar en la Tierra, aunque ello implique justificar unos medios poco legales y moralizadores para alcanzar un fin que todo el mundo desearía tener: la felicidad.
¡Hola!
ResponderEliminarBueno veo que ha sido buena idea quedarse hasta el final porque al menos es una lectura a la que le has sacado su jugo, que tendrá sus más y sus menos pero desde luego indiferente no te ha dejado.
¡besos!
Me ha llamado la atención, creo que le daré una oportunidad
ResponderEliminarHoola Carol!!
ResponderEliminarUn poco gato de Schrödinger es este libro. Un sí, pero no, pero sí, pero no. Vamos que al inicio no, pero después sí. De hecho, ya sabes que pedí el mismo que tú y que al final no me lo enviaron. De hecho, me alegro de que no lo hiciesen. Yo pensaba que era comedia, pero se ve, contra todo pronóstico que es comedia dramática. Vamos, que es drama con puntitos de luz solar, pero sin pasarse, que sigue siendo drama. Y yo, sinceramente, no tengo el cuerpo para dramones.
La comparan con un hombre llamado Ove, lo que ya me da una idea de más o menos por dónde irá el percal (hay una peli sobre ello).
Eso de dejarse llevar cuando no te está gustando el libro lo hago siempre y truño que empieza, truño acaba. Vamos, que tengo siempre la esperanza de que la cosa mejore, y no, va de mal en peor. Así que es algo que me pe propuesto este año: si llego a las 50 páginas de un libro que es un bodrio y no me llena, a la papelera. Paso de perder un tiempo valioso de mi vida con algo que no me va a aportar absolutamente nada.
Los libros con títulos largos no me molestan. Es más, me hacen gracia porqué es del plan: ‘a ver cuantas letras pueden caber dentro de una portada sin que se salgan’. Además de que la portada tiene algo de llamativa y graciosa, que es imposible no verla. Aunque ya te digo que me hace más tilín la portada original con ese azul cielo.
Que la estructura interna tenga más saltos temporales que un capítulo de LOT es de órdago. No sé tú, pero a mi me da mucha rabia tener que estar constantemente pendiente de qué año pretende introducirme el autor. Cansa que no veas.
Por las citas que has puesto, aquí hay una importante autoflagelación de personajes con muy baja autoestima. Tampoco ayuda, la verdad que te metan personajes porqué mira, pasaban por ahí, porqué al final te haces un lío de mil demonios. Lo de facilitar el trabajo al lector, eso ¿se come?
Me alegra que por lo menos haya un personaje que sea ‘mayor’. Aunque ya te digo que la eda es más una cosa interior, que exterior. A ver, espera que me aclare. Habla de demencia en líneas generales, pero ya si eso lo de especificar el tipo, nos lo pasamos por el forro, no? Joder, si vas a hablar de una enfermedad que cada vez se da más, qué menos que meterte ahí. Tampoco mejora el hecho que vaya por ahí dando bandazos y metiendo tramas como Hacienda impuestos, porqué es una manera de marear la perdiz.
Eso sí, el tema de los desahucios es peliagudo. Y por lo menos, lo ha tratado con respeto, que ya es algo.
Pues hija, si el lector se tiene que sentir orgulloso de enterarse de lo que pasa en un libro, a lo mejor es que el autor debería hacer un ejercicio de introspección. Yo no quiero sentirme orgullosa de ‘a ver si adivino lo que nos va a contar’ quiero que lo cuente de forma en que se entienda. Eso es lo que hacen los escritores. Muestran una historia, y a poder ser, de forma clara y concias. Que después mejora y se entiende todo? Pues vale, pero como lectora no tienes que estar ahí a ver si le da la gana de decir claro y en bote. Lo de ser previsible es otro punto que tela. Puedes ser previsible en una historia cotidiana, sí, es el encanto y se basan en eso, pero en una novela en la que primero no entiendes una mierda y después se vuelve así de simplona, tela.
Uy, los peos en llamas es una cosa muy interesante. Es eso de tirarse un cuesco y darle con el rexona y que se incendie? Es maravilloso, sí. Los cuescos no dejan de ser gas, y creo que tres cuartas partes de ellos son de metano (inflamable) e hidrógeno, así que ahí está el asunto. XD
Un besote enoooorme!!! ♥
¡Por fin te leo corasau!
ResponderEliminarYo también odio los títulos extra largos, pero vamos...que conociendo nuestra gran capacidad de retentiva, me imagino de donde viene ese odio profundo jajaja Luego pasa lo que pasa...Cuando lo quieres recomendar no te acuerdas ni de cómo se llamaba.
Lo que hemos hablado de este libro y lo descolocada que me dejaste con tus sensaciones finales! jajaja A mí también me ha pasado alguna vez y es como: ¿qué está pasando? No te lo crees, pero la cosa mejora y mucho.
Yo por eso lo tenía más que descartado, aunque ya me has fastidiado y voy a tener que meterlo en la apoteósica lista de pendientes. Oysss
De entrada los protagonistas no me pueden gustar más, como tú dices, son personales reales, con sus problemas y absolutamente humanos. Vamos...que se equivocan como todo hijo de vecino, y por lo que veo alguno va a encontrar la solución a todos sus problemas en el planeta vecino. Que no digo yo que esté mal, pero igual una escapadita a Asturias hubiera sido más bonito ¿no?
A mí me gustan los dramas (fíjate con "Volverás a Alaska"), y si además tiene un punto de humor pues mejor todavía. Siempre he creído que es una combinación que funciona muy bien. Así que no me resisto a tus encantos de pecadora y me lo llevo ;)
Besazos y buen finde guapa
Hola^^
ResponderEliminarQué pena lo del inicio del lbro y el no poder situarte bien, me da mucha rabia cuando pasan ese tipo de cosas porque le termino cogiendo manía al libro y falta de interés. A pesar de ello, te has animado a seguir leyéndolo y tiene muchas cosas buenas, menos mal! A mi me ha generado curiosidad, no solo por el título, sino la histoira de estos 4 personajes.. a ver cómo se cruzan con este señor.
besotes
Hola
ResponderEliminarNo veas qué pedazo título, parece que siempre cuentan más de lo que queremos saber así a simple vista.
Es de humor, hace mucho que no leo humor. Y dramática a la vez. ¿Qué me estás contando?
Eso de que vuelva al presente y al pasado, va y viene, sí soy de las que se lían y odio que tengan esa estructura, para qué te voy a mentir...
Parece que la lectura ha ido a trompicones (palabra muy del sur, jajaja) pero luego te has alegrado de haberlo leído, me alegro por ello.
Eso de que haya personajes tan reales, es buenísimo porque se agradece que en tiempos de "fantasías" se apuesto por lo real, eso no falla nunca.Pienso yo, vamos.
Muchas gracias por tu reseña tan completa. Besos.
Hola. No conocía este libro, aunque la portada y el título me ha hecho mucha gracia jajajaja. Pero no es el tipo de libro que suelo leer, así que no creo que le de una oportunidad. Gracias por la reseña, un saludo :)
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarNo tenía idea de que este libro existiera, suena bastante bien, me ha llamado la atención y tu reseña me ha hecho querer ver que tal. Gracias por presentarme el libro haha
Me quedo aquí en tu blog, muy bonito por cierto.
Saludos Infinitos.
¡Hola Carol!
ResponderEliminarOs admiro cuando continuáis leyendo historias que en principio no parecen buenas o aptas. Soy de las que si no encajan en la estructura, los personajes o la trama dice adiós sin remordimientos. Seguro que me estoy perdiendo joyas. A veces siento que con unos sí debo seguir y con otros no. Por ejemplo, el inicio de La milla verde de S. King se me hizo bola pero lo acabé. Uno de romance que empiece a tener tintes eróticos y sea un bucle, pasando.
El que nos traes hoy no tiene mala pinta aunque no termina de convencerme. Me encanta el realismo y los personajes humanos que sufren, con los que te puedes identificar pero me da en la nariz que necesito algo más. Vaya, eso no significa que le ponga una cruz y me desentienda. Quizá en estos momentos no me apetezca y dentro de un año lo recuerde por su extenso título y empiece a leer. Además, me ha intrigado el señor Tom.
Hablando antes de títulos... odio que sean kilométricos. Luego vas a preguntar en la biblioteca o la librería si lo tienen y yo al menos me hago un lío de tres pares. Aunque mi peor experiencia fue con un autor polaco.
Me alegra saber que al final del túnel había luz ^^ Hay libros que no remontan, caen cuesta abajo y sin frenos :P
¡Besotesssss!
Hola!!
ResponderEliminarEs verdad que los títulos cuando son tan largos no se nos quedan retenidos, a mi me pasa muchísimo.
Buff los cambios temporales los llevo fatal, marea mucho eso de un capítulo actual y el otro en el pasado.ç
Que personajes más variopintos, la verdad es que tampoco me gusta que hayan dos mil personajes.
Con esa ultima reflexión de por qué lo recomiendas me has medio convencido, aunque por el momento lo voy a dejar aparcado porque no es un libro que me llame.
Aun así me ha parecido espectacular la reseña que has hecho del libro.
UN besote
Hola!! la verdad es que lo títulos largos a veces son un follón. Vas a la librería a preguntar y como se te olvide o tergiverses una palabra, el librer@ de turno te dice que no tienen el libro y se queda tan agusto. Por otro lado, cuando he empezado a leer la reseña, no tenía pensado leer el libro porque me parecía mucho drama entre la pobre abuela con deterioro cognitivo, la nieta que tiene que currar sin parar y el nieto que sufre acoso constantemente. Pero luego comentas que hay un aura humorística que el autor es capaz de mantener durante toda la lectura así que eso le puede quitar algo de hierro al asunto y me puedo atrever con un libro que se ve bastante bueno. Besos!!
ResponderEliminar¡Hola! Gracias por tu reseña, tan completa...Tengo muchas ganas de leer este libro, los personajes, Marte y todo, me han dejado con mucha curiosidad. Gracias por la reseña. ¡Besitos!
ResponderEliminarPrima tengo que reconocer que yo tengo un flechazo con este libro desde el primer día que lo vi así que con lo que me cuentas ahora si que tengo que hacer por conseguirlo si o si.
ResponderEliminar¡¡Hola Carol!!
ResponderEliminarAunque me encantan tus reseñas, este lo voy a dejar pasar de momento. Ya había leído la crítica de Mónica Gutiérrez en su blog y, no sé por qué, no me acaba de llegar la historia, y más si me dices que cuesta meterte en ella. Entiendo que los personajes son geniales y muy entrañables y me quedo con ganas de conocerlos, quizá en un futuro si se cruzan en mi camino.
Un besote
PD. Qué razón tienes con lo de las portadas y los títulos