MÓNICA GUTIÉRREZ | EL NOVIEMBRE DE KATE | AÑO 2016 | 320 PÁGINAS | ROCA EDITORIAL
ISBN: 9788416498154 | 4/5 ⭐⭐⭐⭐ | COMPRAR AQUÍ: BLOG AUTORA ROCA EDITORIAL AMAZON CORTE INGLÉS (5,95€) |
Mónica lo ha vuelto a hacer. O mejor dicho lo ha estado haciendo desde que se inició en el mundo de la escritura. Ha vuelto a escribir con esa elegancia y armonía que la caracteriza. Ha creado una ambientación inglesa que podría atrapar al más frío e inerte ser humano que se decidiera a leerla. El noviembre de Kate es más que una novela feelgood, son vivencias del día a día, una cotidianidad que envuelve a cualquiera de nosotros y donde la fijación en los pequeños detalles de la vida está presente en cada una de sus páginas. Sin más dilación vamos a conocer cuál es su contenido.
Apagué el móvil sin dejar de mirarla por miedo a que desapareciera. Me acerqué a ella, prendio de esos ojos. Pero no me atreví a tocarla.
Personajes: como siempre la autora no se sirve solo de dos personajes sino que necesita muchos más, como una docena de ellos, para darle más vidilla a la trama. Sin embargo, donde os haré más hincapié es en los protagonistas, Kate y Don, sin dejar de lado a Norman, padre de Don. Un hombre que trata con minucioso cuidado a su familia, que vela por ellos y que está dispuesto a hacer lo que sea para levantar la cabeza de los demás aunque no sea cogiéndoles de la barbilla y mirándole a los ojos para darle un ápice de esperanza en este arduo camino llamado vida.
Como siempre del personaje femenino que nos presenta Mónica no podemos decir nada malo sobre ella. Todas y cada una de sus protagonistas son mujeres de armas tomar. No precisan de un hombre para realizarse profesional y personalmente. No buscan un hombre que se conviertan en uno de sus complementos, sino alguien con quien compartir sus vivencias y su cotidianidad.
Kate es una trabajadora que se siente psicológicamente machacada por su jefe, que no para de hacerle trabajar día/tarde/noche, y no ve la hora de dejarse marchar de aquella empresa donde es una más y en la que no se valora su talento. Un día, su amiga y compañera de trabajo le recomienda ir a una emisora de radio y es allí donde ella explota todo su potencial periodístico para crear debates que harán que los oyentes de una vez por todas se manifiesten cada viernes por la noche. Sin embargo, cuando llega a su casa se viene abajo. Se siente sola, está sola. Sus padres no le hacen caso, vive en la más absoluta orfandad, y cuando cierra la puerta tras su paso se envuelve en un ambiente de tristeza y desasosiego.No puede dormir ni unas cuantas horas seguidas, y hasta que no decide de una vez por todas cambiar el rumbo de su vida no se percatará de que hay algo más fuera de las oficinas donde se encuentra día sí y día también trabajando a desgana. Su cambio radical supondrá una evolución positiva tanto para ella como para su entorno más cercano, su mejor amigo Pierre que siempre le está dando los mejores consejos, pues es un rebelde sin causa que se ha negado seguir en el negocio familiar y iniciarse en otros oficios y no cerrarse puertas. Puertas que sí que tiene cerradas Don. Un policía que se dedica a investigar irregularidades de una empresa que quiere mandar a pique desde que su amigo Gabriel murió por causas desconocidas tras mirar donde no debía. Durante cinco años junto con otros compañeros, Punisher y Sierra, se dedican cada viernes noche, en el pub de un hotel, a esperar que la seguridad de Segusmart flaquee para atacarles desde sus dispositivos y machacar sus servidores intentando hackear toda clase de información que les de la suficiente seguridad para cerrar las puertas de la empresa. Esto hace que Don no disfrute de la compañía de su hermano Charlie ni de su padre Norm, que tanto tienen que ofrecerle, y tampoco dedicarse tiempo así mismo. A encontrar el amor, a centrarse en una persona que esté viva y que, en materia del amor, le proporcione el cariño que un día dejó atrás llenándose de rabia y dolor. Kate será un suspiro de aire fresco una vez entre en el pub, dónde el pasa sus noches enteras y sin descanso.
Trama: hay dos tramas que no casan entre sí y es quizá por ello por lo que no le he dado las 5 estrellas que se merecería cualquier novela de Mónica.
Por una parte tenemos a Kate y por otra a Don. La historia comienza siendo ya pareja y nos va contando como se conocieron e intimaron a lo largo del tiempo en el que Kate estaba sumergida en un dilema y angustia personal, que no la dejaba ver más allá de su trabajo, y Don, un policía de la UDIF (Unidad de Delitos Informáticos), que tampoco puede hacer borrón y cuenta nueva desde que se autoculpa una y otra vez de no haber salvado a uno de sus amigos, Gabriel Culler, de lo que la empresa Segurstmart hizo con él. Aparentemente todo gira entorno a la vida laboral de cada uno de ellos, pero es Kate quien evoluciona dejando atrás a Don. Él sigue empecirnado en abrir una investigación con esa empresa y hasta que no lo haga, con la ayuda de sus amigos Punisher y Sierra, no dará por finalizada su venganza y poder empezar una nueva vida lejos de la corrupción y mala praxis de la empresa. Don no quiere empezar esa vida sin Kate, de eso podemos estar completamente seguros, pero no será hasta que no ponga punto y final. Mientras tanto Kate intenta encontrar un lugar en el mundo del periodismo y los debates históricos donde el amor y los villanos tendrán un importante papel en sus presentaciones radiofónicas.
Pluma de la autora: inmejorable. Es la segunda vez que leo a Mónica Gutiérrez y solo quiero más y más. La primera novela que conocí fue La librería del señor Livingstone (reseña aquí), y fue una pasada. Ojalá en el mundo existiera Moonlight Books para embriagarte de su ambiente, de su olor y de esa paz que aguardaba bajo ese tono cascarrabias que algunas veces utilizaba el librero para con quienes no aman la literatura.
¿Sabéis lo que nunca hecho de menos en los libros que escribe Mónica? El sexo. No es absolutamente necesario que los personajes se empotren (hablando pronto y mal) para que acaben enamorándose más que de un cuerpo, de una personalidad. A lo largo de La librería del señor Livingstone Agnes Martí y John Loockwood no necesitaron besarse para saber que se gustaban; al igual que Kate y Don no necesitaron dormir juntos, ni tener contacto más allá del visual para hacer viajar sus sentimientos a través del aire y que el otro los inhalara. Sí señores con Mónica love is in the air y no en la cama ni en ninguna de las demás estancias de la casa. Le quitaría el puesto a ese angelito que se hace llamar Cupido y que tan mal lanza sus flechas.
Como siempre del personaje femenino que nos presenta Mónica no podemos decir nada malo sobre ella. Todas y cada una de sus protagonistas son mujeres de armas tomar. No precisan de un hombre para realizarse profesional y personalmente. No buscan un hombre que se conviertan en uno de sus complementos, sino alguien con quien compartir sus vivencias y su cotidianidad.
Kate es una trabajadora que se siente psicológicamente machacada por su jefe, que no para de hacerle trabajar día/tarde/noche, y no ve la hora de dejarse marchar de aquella empresa donde es una más y en la que no se valora su talento. Un día, su amiga y compañera de trabajo le recomienda ir a una emisora de radio y es allí donde ella explota todo su potencial periodístico para crear debates que harán que los oyentes de una vez por todas se manifiesten cada viernes por la noche. Sin embargo, cuando llega a su casa se viene abajo. Se siente sola, está sola. Sus padres no le hacen caso, vive en la más absoluta orfandad, y cuando cierra la puerta tras su paso se envuelve en un ambiente de tristeza y desasosiego.No puede dormir ni unas cuantas horas seguidas, y hasta que no decide de una vez por todas cambiar el rumbo de su vida no se percatará de que hay algo más fuera de las oficinas donde se encuentra día sí y día también trabajando a desgana. Su cambio radical supondrá una evolución positiva tanto para ella como para su entorno más cercano, su mejor amigo Pierre que siempre le está dando los mejores consejos, pues es un rebelde sin causa que se ha negado seguir en el negocio familiar y iniciarse en otros oficios y no cerrarse puertas. Puertas que sí que tiene cerradas Don. Un policía que se dedica a investigar irregularidades de una empresa que quiere mandar a pique desde que su amigo Gabriel murió por causas desconocidas tras mirar donde no debía. Durante cinco años junto con otros compañeros, Punisher y Sierra, se dedican cada viernes noche, en el pub de un hotel, a esperar que la seguridad de Segusmart flaquee para atacarles desde sus dispositivos y machacar sus servidores intentando hackear toda clase de información que les de la suficiente seguridad para cerrar las puertas de la empresa. Esto hace que Don no disfrute de la compañía de su hermano Charlie ni de su padre Norm, que tanto tienen que ofrecerle, y tampoco dedicarse tiempo así mismo. A encontrar el amor, a centrarse en una persona que esté viva y que, en materia del amor, le proporcione el cariño que un día dejó atrás llenándose de rabia y dolor. Kate será un suspiro de aire fresco una vez entre en el pub, dónde el pasa sus noches enteras y sin descanso.
Trama: hay dos tramas que no casan entre sí y es quizá por ello por lo que no le he dado las 5 estrellas que se merecería cualquier novela de Mónica.
Por una parte tenemos a Kate y por otra a Don. La historia comienza siendo ya pareja y nos va contando como se conocieron e intimaron a lo largo del tiempo en el que Kate estaba sumergida en un dilema y angustia personal, que no la dejaba ver más allá de su trabajo, y Don, un policía de la UDIF (Unidad de Delitos Informáticos), que tampoco puede hacer borrón y cuenta nueva desde que se autoculpa una y otra vez de no haber salvado a uno de sus amigos, Gabriel Culler, de lo que la empresa Segurstmart hizo con él. Aparentemente todo gira entorno a la vida laboral de cada uno de ellos, pero es Kate quien evoluciona dejando atrás a Don. Él sigue empecirnado en abrir una investigación con esa empresa y hasta que no lo haga, con la ayuda de sus amigos Punisher y Sierra, no dará por finalizada su venganza y poder empezar una nueva vida lejos de la corrupción y mala praxis de la empresa. Don no quiere empezar esa vida sin Kate, de eso podemos estar completamente seguros, pero no será hasta que no ponga punto y final. Mientras tanto Kate intenta encontrar un lugar en el mundo del periodismo y los debates históricos donde el amor y los villanos tendrán un importante papel en sus presentaciones radiofónicas.
- No quiero estar triste.
- Entonces deja de esperar.
- Tampoco quiero ser una desesperanzada.
- ¿Esa palabra existe?
- Debería estar prohibida por ley.
¿Sabéis lo que nunca hecho de menos en los libros que escribe Mónica? El sexo. No es absolutamente necesario que los personajes se empotren (hablando pronto y mal) para que acaben enamorándose más que de un cuerpo, de una personalidad. A lo largo de La librería del señor Livingstone Agnes Martí y John Loockwood no necesitaron besarse para saber que se gustaban; al igual que Kate y Don no necesitaron dormir juntos, ni tener contacto más allá del visual para hacer viajar sus sentimientos a través del aire y que el otro los inhalara. Sí señores con Mónica love is in the air y no en la cama ni en ninguna de las demás estancias de la casa. Le quitaría el puesto a ese angelito que se hace llamar Cupido y que tan mal lanza sus flechas.
Hay un momento en nuestras vidas en que el material del que estamos hechos, todo lo que somos, se pone a prueba.
Aspectos positivos y negativos: he calificado este libro con 4 ⭐ en GoodReads - puedes encontrarme como Etérea Sanguez -. A Mónica no se le puede reprochar nunca nada. Bien es cierto que La librería del señor Livingstone para mi tuvo un aura mucho más perfecta que esta ya que tanto Agnes como John se complementaban en uno solo, sin embargo con Kate y Don me ha faltado; más por parte de él que por la parte de ella.
Los capítulos que estaban narrados por Don se me hacían bola. Siempre estaba con su sino de su amigo Gabriel y al final creo que el cariño que le tenía a Kate pasó a un segundo lugar. A la vista estaba que le gustaba, pero estaba empecinado en otra cosa que por lo que parece era más importante que mostrarle a Kate lo que sentía por ella así que ¡PUNTO NEGATIVO PARA DON! Y mira que me ha gustado, que no es el típico hombre que tiene que estar constantemente lanzando la caña, que le gustan las cosas despacio y con buena letra, pero en este caso (para mi gusto) ha sido demasiado despacio. Sin embargo a Kate se le notaba un poco más, aunque no excesivamente. No se moría por sus huesos ni se derretía con su mirada, pero había algo en ella que clarificaba lo que sentía por Don aunque ella misma no quisiese reconocerlo. Había una atracción fatal, y ninguno de los dos se animaba a mostrarla. Hubo un cambio en el chip mental de nuestra protagonista femenina que me encantó, esa evolución personal y profesional que tuvo fue el mejor punto de la novela. Me gustan las mujeres de armas tomar, y Mónica sabe como presentárnoslas.
Como negativo, además de que los capítulos de Don se me hacían interminables, es que lo que es la trama para mi ha ido un pelín lenta. No obstante me lo bebí en poco tiempo. Todo lo que sea escrito por esta autora me lo bebería una y mil veces más. Creo que deberían existir más novelas #feelgood porque les da al lector otra visión más bonita de la vida. Aunque ha decir verdad en este libro he sentido entre #feelgood y #feeldrama, Don es el que más dramatismo le ha dado al asunto. No obstante, eso le hace más humano si cabe. Creo que él ha sido la viva imagen de la amistad verdadera y del amor puro. Claro que viviendo con Norman no podporía ser de otra manera, su padre es el que más le ha apoyado en las buenas y, más si cabe, en las malas. Además de sentirse apoyado constantemente por él aunque a veces atacado por su hermano Charlie, el que siempre lo ve todo de una manera más fácil, pero que no deja de ser una persona realista que saca del ensimismamiento a Don.
Como otro punto positivo que siempre me llevo de todo lo que escribe Mónica son los datos históricos o las descripciones arquitectónicas que se marca y que sabe cuándo y cómo introducirlas para que al lector no se le haga pesada su lectura. Tiene una forma de narrar estos detalles que siempre es un placer leerlos y quedarse impresionado por la capacidad que tiene de atraparte y no soltarte hasta que finalizas el libro por completo.
Los capítulos que estaban narrados por Don se me hacían bola. Siempre estaba con su sino de su amigo Gabriel y al final creo que el cariño que le tenía a Kate pasó a un segundo lugar. A la vista estaba que le gustaba, pero estaba empecinado en otra cosa que por lo que parece era más importante que mostrarle a Kate lo que sentía por ella así que ¡PUNTO NEGATIVO PARA DON! Y mira que me ha gustado, que no es el típico hombre que tiene que estar constantemente lanzando la caña, que le gustan las cosas despacio y con buena letra, pero en este caso (para mi gusto) ha sido demasiado despacio. Sin embargo a Kate se le notaba un poco más, aunque no excesivamente. No se moría por sus huesos ni se derretía con su mirada, pero había algo en ella que clarificaba lo que sentía por Don aunque ella misma no quisiese reconocerlo. Había una atracción fatal, y ninguno de los dos se animaba a mostrarla. Hubo un cambio en el chip mental de nuestra protagonista femenina que me encantó, esa evolución personal y profesional que tuvo fue el mejor punto de la novela. Me gustan las mujeres de armas tomar, y Mónica sabe como presentárnoslas.
Como negativo, además de que los capítulos de Don se me hacían interminables, es que lo que es la trama para mi ha ido un pelín lenta. No obstante me lo bebí en poco tiempo. Todo lo que sea escrito por esta autora me lo bebería una y mil veces más. Creo que deberían existir más novelas #feelgood porque les da al lector otra visión más bonita de la vida. Aunque ha decir verdad en este libro he sentido entre #feelgood y #feeldrama, Don es el que más dramatismo le ha dado al asunto. No obstante, eso le hace más humano si cabe. Creo que él ha sido la viva imagen de la amistad verdadera y del amor puro. Claro que viviendo con Norman no podporía ser de otra manera, su padre es el que más le ha apoyado en las buenas y, más si cabe, en las malas. Además de sentirse apoyado constantemente por él aunque a veces atacado por su hermano Charlie, el que siempre lo ve todo de una manera más fácil, pero que no deja de ser una persona realista que saca del ensimismamiento a Don.
Como otro punto positivo que siempre me llevo de todo lo que escribe Mónica son los datos históricos o las descripciones arquitectónicas que se marca y que sabe cuándo y cómo introducirlas para que al lector no se le haga pesada su lectura. Tiene una forma de narrar estos detalles que siempre es un placer leerlos y quedarse impresionado por la capacidad que tiene de atraparte y no soltarte hasta que finalizas el libro por completo.
¿Recomendado?: recomendadísimo, aunque disfrutarás más de él cuando te encuentres en la época en la que está escrito. Te envolverás por completo en su tormenta y querrás que Don te recoja en un lugar llamado hogar, entre sus brazos.
En definitiva, El noviembre de Kate es una novela gélida a la par que tierna y acogedora. En ella conoceremos de primera mano como se va desarrollando la relación entre Kate y Don, ya no solo desde sus perspectivas sino desde el el hogar de los Berck o en las frías noches de los viernes entre amigos, en el bar escondido del Ambassador. Nos toparemos con dos protagonistas desilusionados con diferentes visiones de la vida; uno encerrado en sí mismo y otro anclado en el pasado, que sabrán disfrutar el uno del otro echándose de menos gracias al egoísmo del amor.
¡Hola Carol! ¿Te puedes creer que tuve este libro en mis manos no hace mucho en las ofertas del Corte Inglés? ¡5€! Evidentemente lo primero que me llamó la atención fue la portada, pero no sé no me terminó de convencer la sinopsis. Una lastima por todo lo que cuentas, porque estoy segura que lo hubiese disfrutado. Para una vez que no le hago caso a la portada.... Quizás, con lo que me quedo de todo lo que cuentas es lo del tema del sexo. Muchas autoras tiran del sexo y la atracción como un recurso fácil, cuando lo que verdaderamente atrae y conquista al lector son los pequeños gestos que se tienen los protagonistas. Este es un tema que le llevo dando vueltas hace mucho tiempo, hay libros buenísimos en los que apenas hay siquiera un beso, un claro ejemplo de Orgullo y prejuicio de Jane Austen. Una joya de libro y no hay ni un roce de piernas jajaja Con esto no quiero desmerecer otro tipo de narraciones, la verdad que muchas veces una buena escena de sexo le puede dar un de realidad que me gusta (está claro que hoy día el sexo prevalece antes que cualquier peculiaridad o particularidad del carácter de la otra persona).
ResponderEliminarMuy buena reseña, como siempre.
Besos
¡Hola Carol!
ResponderEliminarBravísimo por esta reseña, me ha encantado y me ha hecho recordar este gran libro que tanto y me gustó y con el que descubrí a Mónica Gutiérrez.
Lo primero de todo y creo que es importante. Yo leí este libro en las Navidades de 2016 y creo que, como tú dices, el otoño-invierno es la época perfecta para leerlo. No me veo yo ahora mismo en manga corta siguiendo las desventuras de Kate. Sin embargo, recuerdo que los primeros días de frío del pasado otoño que me sentía "muy Kate" cuando empecé a llevar mi bufanda, jajaja.
Y más cosas que comentar. Lo siento pero tengo que salir un poco en defensa de Don. No lo recuerdo con exactitud pero a mí me caía bastante mejor que a ti. Yo entiendo que no quiere empezar nada con Kate hasta que no tenga cerrado mentalmente lo del amigo. Sí, es cierto que eso un un poco lento y que parece el "salvador de la patria", pero en cierto modo lo entiendo porque lo hace por su amigo y se siente responsable de la "vendetta".
Y sí, aquí otra fan de las protagonistas de Mónica Gutiérrez que siempre tienen algún problema pero se sacan las castañas del fuego ellas solitas. Aprenden a sentirse realizadas y a curarse las heridas autónomamente y solo ven el hombre alguien con quien compartir sus buenos y malos momentos. Y no, como tú dices, no es necesario el sexo para mostrar la complicidad y la atracción que existe entre Kate y Don. Pido al cielo para que cunda ejemplo y dejemos de leer en otros libros tantas escenas de sexo sin necesidad (o porque Mónica escriba muchos más libros para poder disfrutar de esa magia).
En resumen, muy de acuerdo contigo en todo excepto en lo de Don. Ahora tienes que animarte con otro libro de Mónica. Yo sólo he leído, además de este y el del señor Livingstone, "Un hotel en ninguna parte" en el que se sigue cumpliendo la esencia de protagonista femenina perdida en el mundo que necesita curarse las heridas para resurgir.
Un besote fuerte
¡Hola!
ResponderEliminarPues no he leído nada de esta autora y por lo que veo merece mucho la pena probar con ella. Una pena que el personaje de Kate dejara tan atrás al de Don, aunque es algo a lo que uno se arriesga cuando narra un libro a dos voces, que una puede resaltar más que la otra...
¡besos!
¿Te habrás quedado agusto no, hija? jajajaja Te ha quedado genial, sí señor!
ResponderEliminarYa sabes que tuvimos fangirleo máximo con esta novela, Mónica las crea y nosotras nos juntamos! jajaja Coincido contigo en que "La librería del señor Livingstone" puso el listón muy alto y al compararlas esta queda un poco por debajo. Aún así es una gran historia, en la que Mónica da rienda suelta a ese estilo tan personal y bonito que tiene. Efectivamente es muy feelgood todo, sabes que todo va a ir a mejor, que van a pasar cosas bonitas y que tú sonreirás como una boba.
Yo con Don también tuve mis momentos, él estaba erre que erre con su trabajo y de ahí no salía. Y Kate me encantó todo ella, es una gran protagonista. Al igual que Norm, que además de buena persona hacía unas comidas que a mí se me hacía la boca agua!
También hemos hablado mucho sobre cómo no hace falta el froti froti para que surja el amor, una historia sencilla, emocionante y sutil dice más que el porno escrito jajaja
A ver si leemos pronto otra de sus novelas!!!
Besotes corasón de melón
¡Hola! Nunca he sentido demasiada curiosidad por este libro y no lo descarto pero dudo mucho que me anime con él. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola, cielo! De nuevo, otra de tus súper reseñas donde analizas el libro de esa manera tan bonita y característica tuya :) Por mi parte, he de decir que me ha gustado un pelín menos que a ti, pero porque creo que yo hubo un pelín de cositas que no me llegué a creer del todo o que no me gustaron, como que Kate tardara tanto en cortar por lo sano con ese trabajo en el que no se la valoraba y lo de sus padres. En serio, no puedo con eso. Es que no me puedo creer que unos padres hagan TANTA distinción entre sus dos hijas. Vamos, si mis padres me hacen eso no los vuelvo a llamar en su vida. En esos dos sentidos me pareció que la protagonista era un poco "marioneta del sistema", como yo lo llamo jaja pero por lo demás coincido contigo :) Aunque hubiera hecho una mención especial a esos Argonautas que le dan un toque de frescor y de vida a la historia y, por favor, no lo había pensado, pero sí es cierto que me hubiera encantado que hubieran capítulos narrados por Pierre ^^ ¿Cómo no se me habrá ocurrido antes? ¡Pierre dios supremo! Jajajaja y mira, si hubiera algún pasaje que repetiría, serían los programas de radio de Kate. Esas reflexiones sobre el Romanticismo me fascinaron. Y la pluma de la autora igual. ¡Estoy deseando leer "La librería del señor Livingstone"!
ResponderEliminar¡Una reseña de diez, amor! *Aplausos*
Un abrazo enorme y felices lecutras :3
hoola hola!
ResponderEliminarDesde que leí el mes psado la librería del señor Livingstone tengo pendeinte ponerme ( o al menos localizar) más libros de la autora, así que me vienes de lujo :P
Por lo que veo te ha gustado pero hay partes , por no decir personaje, que se te ha atragantado, este Don parece que mira más al pasado que al futuro, no puede olvidar, lo que es difícil y más se culpabiliza de ello en cierta manera.
Desde luego, me lo llevo a la estantería :)
besines
¡Hola, Carol!
ResponderEliminarHe de decir que esta no es una novela que leyera de buenas a primeras. Pero el ver que es de Mónica y el hecho de que lo hayas compartido tú me ha llamado la atención poderosamente...
Sin duda, creo que es una apuesta que estaría dispuesto a correr cuando busque salir de mis lecturas habituales. Me sorprendí con "El color de la luz" y creo que podría hacerlo con el estilo de esta escritora, pues he leído auténticas maravillas de su estilo.
Sin duda, es un título a tener en cuenta para un futuro (sobre todo en los meses de otoño).
Muchas gracias por compartir con nosotros esta obra.
¡Un abrazo grande!
¡Hola Carol!
ResponderEliminarInteresante lectura la que traes. Sé quién es la autora pero no la conozco como merece. Coincido en encontrar un momento adecuado para el libro. Es bonito dejarse envolver por la ambientación. Eso sí y como bien dices, tenía a la autora como buenrollera y parece que algo de drama hay. Tampoco es malo pero hacer sonreír me gusta. No sé si seré la única pero ese #feelgood que se transmite al lector de vez en cuando es casi imposible de encontrar. Vale, lo mío son los lloros y desgracias... lo reconozco. Sin embargo también me apetece dejarme llevar por todo lo contrario.
Los personajes me atraen. Una pena que Dom no consiga salir de ese bucle. Le aporta realismo a su manera pero conocer la vida de un tío que está siempre con lo mismo aburre. Veremos, de momento no quiero dar una valoración. Así que me confío en la tuya y me lo llevo apuntado ^^
Qué bonita portada (habla mi yo superficial).
¡Besotesss!
Antes de que lo dijeras yo ya había pensado que éste es un libro que se disfruta mucho más cuando te encuentras en ese nivel de desesperanza, porque por lo que veo sin duda trata de transmitir fuerzas y ganas para retomar todo lo que has ido abandonando. Eso me encanta, es una de las razones por las que leo, para que "curen" todo lo que tenemos roto aunque sólo sea por una temporada, hasta que necesitemos otro chute jajaja. El libro lo conozco y he leído bastantes comentarios suyos por la red, en su mayoría positivos. Lo que no sé es si me animaría con él, quizá me pasa eso, que no estoy en el momento preciso para necesitar esta clase de lectura. Creo que lo disfrutaría, así que no lo descarto para un futuro.
ResponderEliminarAdemás que no sé, siempre me gustan los personajes rotos, más que esos que parecen tener su vida resuelta y caminar sobre un prado lleno de flores. No sé si Kate y Don me caerán bien o mal, pero de entrada siento curiosidad por ambos.
A la que sí que no tengo el gusto de conocer es a la autora, no he leído nada suyo antes, y si dices que su pluma es tan maravillosa me temo que mis ganas por conocer de qué es capaz van en aumento.
Y por cierto, mil gracias por el precioso comentario que me dejaste en mi blog, necesitaba decírtelo aquí para asegurarme de que lo lees porque hace ilusión cuando la gente se toma las molestias de dejar comentarios tan constructivos como el tuyo :)
Hola!! igual si hubiera leido solo la sinopsis, no hubiese pensado en leer el libro porque tiene un aura triste y melancólica que no me hace mucha gracia. Sin embargo, eso es solo quedarse muy en la superficie porque hay dos tramas, personajes que crecen o se quedan estancados, investigaciones, complejidad en el desarrollo. En definitiva, no hay que dejarse guiar por las apariencias, las portadas o la sinopsis a la hora de leer un libro porque nos podemos perder una gran historia. Besos!
ResponderEliminar¡Hola hola!
ResponderEliminarNo lo conocía! Cuando leí la sinpsis dije buee un libro más pero tras tu reseña sin duda la leeré
Gracias por la reseña
🐾Te espero por el rincón de mis lecturas, un besote
¡Hola! ^^
ResponderEliminarHe leído pocos libros "feel good", pero es un género que cada vez me gusta más. Son historias sencillas, pero muy agradables, como es el caso de este libro. Y por su ambientación es perfecto para leer en invierno mientras tomas algo calentito :)
Besos!
Ay!!! Que se me había pasado comentar en esta super reseña tan preciosa. Mil gracias por tu lectura y por todo lo que dices, eres más que generosa. Me halaga muchísimo que notes la diferencia de prosa entre "El noviembre de Kate" y "La librería del señor Livingstone" porque Kate hace más de cinco años que terminé de escribirla y el señor Livingstone lo terminé el verano del año pasado. Eso significa que hay progresión y mejora. Mil gracias por tu atenta lectura y por tu generosidad. Ojalá "Todos los veranos del mundo" te guste, aunque me temo que también es anterior al señor Livingstone (la terminé en 2016) y lo notarás. Un beso enorme.
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