Reina Roja Jack Escarcha El intercambio Lucía en la noche El Paciente Casi, casi No es mío El jardín del gigante

Educapeques | El jardín del gigante de Rosa Modrego

ROSA MODREGO | ILUSTRA: DAVIDE ORTU | EL JARDÍN DEL GIGANTE | AÑO 2016 | 48 PÁGINAS
ISTARDUK EDICIONES | ISBN: 9788494083754 | 5/5 ⭐⭐⭐⭐ | COMPRAR AQUÍ: ISTARDUK EDICIONES  AMAZON

Estos últimos meses del año creo que son los más importantes para mostraros alguna de las obras de arte que salen a la venta para los más pequeños. Como ya dije en la reseña Casi, casi (leer aquí), las Navidades están a la vuelta de la esquina. Y ello conlleva regalos de Papá Noel y Reyes Magos. No caigamos en la tentación de lo fácil, de regalarle a un niño lo último en tecnología o el juguete más caro. La literatura también se regala. Y es por ello por lo que os seguiré trayendo, no solo estos últimos meses sino hasta donde tenga vida este blog, reseñas en esta sección. Porque es importante impulsar, fomentar, potenciar la lectura y si se lleva a cabo desde edades tempranas ya tendremos un gran camino recorrido para que a ese niño o niña le guste dedicarse a la lectura. Por supuesto, esto no implica que a todos les guste leer o el mismo género. Hay personas a las que nos gusta el thriller, la romántica, el humor, etc. y otros que simplemente se dejan cautivar por los cómics. Tan válida es una cosa como otra; así que, sin más dilación hoy vengo a mostraros un libro que me entró por los ojos nada más verlo y que ha llegado a mi corazón al cerrar su historia. Se trata nada más y nada menos, como leeréis en su portada y en el título de la sección, de El jardín del gigante.

Gracias Istarduk Ediciones por el ejemplar

La autora, Rosa Modrego, nos ha acercado de nuevo esa visión preestablecida y estereotipada que tenemos sobre los gigantes de la literatura o en la gran pantalla. Sin embargo, el trazo de Davide Ortu nos presenta a un ser que parece no tener sentimientos, pero que no deja de ser un personaje que necesita de la compañía de los demás para no sentirse en soledad.
Antes de meterme en faena y explicaros lo que podréis encontrar dentro del libro os voy a hablar un poco sobre ambos; autora e ilustrador, porque sus trabajos se conjugan a la perfección y son dignos de reconocimiento.
Rosa Modrego, maestra y psicopedagoga, actualmente dedica su tiempo a escribir libros para Istarduk Ediciones y editar en el grupo SM. Su trayectoria profesional le ha dotado de la suficiente creatividad literaria como para crear otras obras como Microscópio (antología de cuentos infantiles), La niña que se quitó su sombra, Versos de fantasía (publicado también por Istarduk Ediciones, visítame), Inspiraciones nocturnas (una antología de microrrelatos nocturnos) y La sensacional historia del sapo Siriliano; además del que os estoy presentando. Como podéis ver una mujer de ideas inquietas que no para de crear y construir nuevas historias para los más pequeños.
Davide Ortu, diplomado en Bellas Artes por la Escuela de arte situada en Cagligari (Italia). Actualmente es ilustrador freelance por lo que no se cierra puertas a nuevos proyectos que requieran de sus habilidades artísticas. Así mismo, lleva a cabo el mantenimiento de su página web donde sube ilustraciones de su puño y letra para que todo aquel que esté interesado en su creatividad pueda volverse loco en ese portafolio lleno de magia. No es la primera vez que trabaja con Rosa Modrego sino que ya lo hizo por vez primera con Versos de fantasía (visítame). No obstante, como os he dicho, no se cierra puertas y ha tenido la oportunidad de explotar su potencial en otros cuentos como Nick Knight Super SubBedtime at the Farm, Un pirata en mi habitación y otras obras para Istarduk Ediciones como Guillermo el globito (visítame) y La nube blanca (visítame).
Podéis conocer en profundidad a ambos en las RRSS que os adjunto a continuación.

La particularidad de esta historia que nos trae Rosa es que está adaptada al cuento de Oscar Wilde El gigante egoísta. A pesar de que haya tenido un referente para este cuento, eso no significa que ella no haya querido hacerlo suyo utilizando el verso en vez de la prosa. Algo mágico y no precisamente fácil. Sin embargo, las estrofas de rima asonante versan entre sí, conforme vas armonizando los unos con otros hay una musicalidad de por medio que a los niños en la lectura les ayudará mucho a aprender a recitar poemas y a leer con mayor ímpetu. La aparición de los personajes, por una parte los niños y por otra el gigante, nos dará juego para que la historia se pueda leer con un diálogo con timbre suave para los niños y fuerte para el gigante. En ninguna de las páginas conocemos el nombre de todos ellos, aunque no es un detalle que vayamos a echar de menos.

Ya sabemos lo que les gusta jugar a los niños y estos necesitan muchísimo espacio para explotar toda su alegría, por lo tanto, a mayor espacio mayor es la diversión. Así que, no se lo pensaron lo más mínimo y se adentraron en un jardín que parecía solitario, lleno de naturaleza y de grandes árboles por los que trepar. Uno de ellos encontró un gran zapato, intuyendo que pertenece a un gigante, que no han visto, y que probablemente marchándose de aquel lugar se le pudo haber caído. Sin embargo, al día siguiente, como siempre, los niños saliendo de la escuela hacia el jardín se encontraron con la sorpresa de que la entrada estaba llena de carteles que les prohibían entrar. El gigante había vuelto y era un cascarrabias egoísta que no les dejaba jugar.
Pasaron muchas estaciones, entre ellas se fue el verano, llegó el otoño y nevó en invierno. El gigante disfrutaba de su soledad, hasta que vio que al otro lado del muro, que construyó para asegurarse que no entrara ningún niño, ya había llegado la primavera. No podía creer que su precioso jardín no estuviera ya florecido.

¿Qué creéis que hizo el gigante?

Nos encontramos ante un libro lleno de color, alegría y tristeza, aunque no a partes iguales. Una historia que podemos trabajarla para explicar las estaciones del año, diferenciarlas entre sí, hablar sobre su tiempo meteorológico, e incluso, si nos queremos venir arriba, descubrirles en qué mes llegan cada una de ellas o inclusive trabajar cómo gestionar las emociones y ponerles cara. También nos encontraremos con actitudes que pueden ser extrapolables en la escuela como la empatía, la solidaridad, el respeto, la inclusión, etc. Porque, ¿quién de nosotros no ha tenido alguna vez una actitud egoísta? Posiblemente todos. Nos volvemos territoriales con nuestras cosas y nuestro espacio, pero también es vital explicarles a los niños cuán importante es respetar el espacio personal de cada uno. El pilar de la educación es el respeto, teniendo esto podemos construir todo lo demás.
Finalmente, enseñado ya el contenido y el continente de El jardín del gigante vamos a la parte que más me gusta que es la educativa y los valores que vamos a extraer de la propia historia. En este caso lo voy a hacer de una manera diferente; vamos a distinguir los que he podido ver en los niños y los del gigante, debido a la importancia que creo que tienen ambos, tanto en conjunto como individualmente. He preferido separarlos y haceros así mucho más llevadera esta parte educativa.
En primer lugar nos centraremos en los niños y en segundo lugar en el gigante así que, ¡allá vamos!

N I Ñ O S

  📌 Respetar las normas: cuando el gigante pone esa cantidad de carteles de ¡Propiedad privada! Prohibido, No pasar, Fuera, Stop e incluso con caras de niños tachadas, estos mantienen una actitud de tristeza y melancolía pues ellos se encontraban a gusto disfrutando de la naturaleza que les rodeaba mientras saltaban y brincaban por doquier. No obstante, y es algo a destacar, respetan la decisión del gigante y sin más se marchan de allí. Todos nosotros hemos estado en el colegio, todos hemos tenido que atravesar por una serie de normas, que aunque injustas algunas veces hemos tenido que acatar, y aunque algunas veces nos la saltásemos siempre nos disculpábamos por ello. En este apartado, si eres docente o familiar de algún niño es importante que a la hora de establecer una serie de normas y límites tengas en cuenta la opinión del niño porque, aunque no lo parezca, él las cumplirá de una mejor forma porque ha tenido voz y voto en su redacción.
Sienten que lo que el gigante está haciendo con ellos es una injusticia, pero aún así respetan la decisión que este ha tomado sin oponer resistencia y sin rechistar en exceso.

  📌 Inocencia: mientras más pequeños, más inocentes y mientras más inocentes más nos comportamos de forma autoritaria (aspecto que en el gigante desarrollaré más extensamente). Cuando le negamos a un niño algo tendemos a manifestar la famosa frase del porque yo lo digo. Tenemos que razonar con ellos, son niños y por ende no tienen por qué comprender la peligrosidad de las cosas, como por ejemplo no jugar con el fuego, tener cuidado con cristales, agujas, cuchillos, tijeras, etc. Todos hemos pasado por la etapa en el que nuestra inocencia y valentía era mayor que nuestro miedo. Dejemos que sigan viviéndola, pero de una forma más segura. Aquí nos damos cuenta de la inocencia de los niños al querer razonar con el gigante el motivo de la prohibición de ellos al jardín, pero como ya os decía nos volvemos autoritarios y no tendemos a argumentar con ellos porque creemos que no están preparados para entender lo que queremos decir. No juzguemos a los niños por lo pequeños que sean, a veces nos dan buenas lecciones sobre nuestros comportamientos. 

  📌 Curiosidad: los niños, además de juguetones,  son curiosos por naturaleza y el jardín del gigante resulta una incógnita para ellos que deciden descubrir adentrándose en él. Descubriendo que hay un gran zapato perdido entre la naturaleza, y queriendo hacer suyos todos los rincones de ese precioso espacio lleno de vegetación donde reina la paz, la armonía y los colores que desprenden las flores. 

  📌 Vitalidad: en relación con lo anterior, esa curiosidad que invade al niño ante algo nuevo y desconocido, al salir de la escuela no pueden evitar desviarse del camino a casa y adentrarse entre matojos y arboledas para divertirse sin parar. Ellos tienen otro ritmo de vida muy diferente al de los adultos, mientras que el gigante encarna a la perfección el adulto egoísta y autoritario, los niños son energía, alegría, curiosidad infinita e inocencia recogidas en pequeños frascos.

  📌 Capacidad para perdonar: cuando el gigante decide prohibirles el paso a los niños ellos más allá de enfadarse le piden una explicación lógica a este. Teniéndose que marchar sin ella, deciden disfrutar de la compañía entre sus iguales en otro espacio que, aunque menos bonito y espacioso, no les impide jugar y divertirse. Sin embargo, cuando el gigante se siente solo y triste este decide, aunque no sale de él en su totalidad, dejarles volver a su recinto, anteriormente amurallado, para dejarles brincar, correr, trepar y ser felices. Estos niños no le reprochan nada al gigante, de hecho disfrutan de su compañía y juegan con él mientras no paran de explorar cada recoveco del jardín, pero esta vez con el permiso de su dueño.

G I G A N T E

  📌 Egoísmo: el gigante decide que quiere quedarse solo en su jardín. No quiere escuchar ni una palabra de los niños, ningún reproche, ninguna súplica, pues este no cambiará de idea mientras siga encontrándose en aquel hermoso lugar rodeado de esa flora que caracteriza ese espacio que ha hecho suyo. El gigante se nos presenta como un adulto que no atiende a palabras, que justifica sus actos por ser mayor que los demás, que de alguna manera es un tirano en aquellos terrenos y que no cambiará de idea por más que los niños intenten razonar con él.

  📌 Imposición (actitud autoritaria): ligado a ese egoísmo que caracteriza al gigante, como ya os he comentado su actitud es de total autoridad. Decide levantar un muro en un territorio que lo ha hecho suyo a la fuerza, dejando que los niños tengan que conformarse con jugar donde siempre lo hacían y no les deje explorar ese bello jardín tan espacioso que les da la libertad que no tienen al otro lado. Ellos han decidido que quieren pasar su tiempo libre allí, pero es el adulto, el gigante, la figura que la autora ha escogido y que bien podríamos ser cualquiera de nosotros, quien decide que no podrán poner de nuevo sus pequeños pies en esa propiedad porque es total y completamente suya. 

  📌 Soledad y melancolía: sentimientos que siente el gigante cuando ve como de felices son los niños rodeados de flores, de una primavera que a alterado sus ganas de diversión, mientras él permanece en el frío invierno. Un eufemismo con el que, Rosa Modrego, habría podido querer explicarnos el contraste de los corazones. Mientras en unos siempre es primavera, en el otro siempre será invierno porque las personas que tienen los sentimientos fríos, helados, se sentirán siempre solos y en melancolía, mientras los que comparten y disfrutan de la compañía de los demás viven con cariño y plenitud la amistad y el compañerismo. 

  📌 Envejecimiento (mental y físico): los años por el gigante no pasan en balde. Al principio, vemos a un personaje reacio, que no quiere estar con nadie, pero conforme van pasando las estaciones, los meses, el año, se va convirtiendo en una persona que necesita del cariño y afecto ajeno. Vivir en una permanente soledad no es bueno para nuestro cuerpo, sobre todo para nuestra mente, necesitamos tener contacto físico con otros seres. El gigante, queriendo vivir como un ermitaño de frío corazón, mientras su psique le pide compañía y distracción.

  📌 Generosidad: vemos una evolución notable de principio a fin del gigante. Pasa a ser un déspota a querer jugar con los niños, disfrutar de su compañía y, de hecho, convivir con las futuras generaciones de los primeros niños que pasaron por su jardín. Se divierte con ellos, da y recibe cariño, está siempre acompañado por los pequeños, su corazón ya no es frío como el invierno, sino que ha pasado a una cálida primavera. La que tanto añoraba cuando su muralla no dejaba a los niños acceder a su jardín. Podemos extraer también de ello lo bueno que es compartir, todo lo positivo que trae consigo, respetando siempre el espacio y las pertenencias de los demás. Convivir en sociedad bien con nosotros mismos para así poder hacerlo en sociedad. 

Para mi el gigante somos muchos de nosotros. Hemos tenido momentos de egoísmo, donde no hemos querido compartir, tiempos en los que hemos querido estar en soledad y abrazarnos a nuestra melancolía, pero esa actitud no siempre dura. No podemos vivir encerrados en nosotros mismos, el ser humano es un ser social y necesita estar en constante movimiento en comunidad. Disfrutar de nuestro entorno, elegir nuestras amistades, nuestras aficiones y no olvidarnos de que nosotros también fuimos y tenemos un niño en nuestro interior, que no debe morir por más años que cumplamos. Nuestra edad física no tiene que ajustarse a nuestra edad mental, y madurar no implica convertirnos en seres asociales o severos y taciturnos. Los adultos debemos tomar una actitud donde utilicemos el razonamiento de manera asertiva para con los demás. Hay que predicar con el ejemplo y no pedir a los niños algo que nosotros en nuestra infancia no fuimos capaces de hacer.

 Gracias Rosa Modrego por esta historia 

El niño tiene que moverse [...] tiene que hacerlo todo el tiempo. Decirles que no se muevan es como pedir a la planta que no crezca o al sol que se pare.

- Noemi Paymal


5 comentarios:

  1. Hola!!
    Muy cierto que la literatura tambien se regala, gracias por la reseña. Se ve un libro super bonito.
    Besos💋💋💋

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  2. MAdre mía, ¡qué pedazo de reseña!
    En primer lugar, que no conocía la editorial y en segundo, que tiene super buena pinta.
    BEsos.

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  3. Desde luego que tooooodos hemos sido egoístas alguna vez... ¡Menuda preciosidad de libro! A veces creo que no se valora a los libros infantiles lo suficiente, y que tacharlos de infantiles también es incorrecto porque muchos adultos pueden/podemos disfrutar de ellos. Las ilustraciones de hecho me parecen una preciosidad y veo que se incluyen un montón de mensajes sobretodo en el personaje del gigante. Desde luego peques y adultos tienen mucho que aprender con este tipo de historias, y se agradece cuando los autores lo comprenden y ven "mas allá" de un cuento o libro ilustrado.

    Un abrazo!

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  4. Hola guapetona!!

    Pues sí, esta época es perfecta para regalar libros. Yo en navidades siempre tenía al menos un ejemplar, era de las cosas que más ilusión me hacían.

    Qué bonito este ejemplar que nos traes hoy, me flipan los colores, la forma de dibujar...QUIERO SER NIÑA DE NUEVOOO!!!

    Como siempre me encanta saber todo lo que has exprimido de la historia, y lo que me sigue sorprendiendo es cómo una historia sencilla para niños nos puede enseñar tanto. Es como las películas infantiles...cuando eres adulto te das cuenta de la calidad de los valores que transmite. Incluso nos puede ayudar a nosotros mismos.

    El buen resultado de la lectura supongo que también tiene que ver con que su autora sea psicopedagoga, al final un buen profesional da lugar a un buen resultado con el que trabajar.

    Me alegro de que te haya gustado tanto, yo lo anoto por si me surge regalo que estoy segura de que gustará ;)

    Besote

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  5. Hola! para estas fechas nada mejor que este tipo de recomendaciones a la hora de elegir regalo. Conmigo que no cuenten para tecnologías o juegos varios porque cuestan una pasta y no me parecen muy producentes para el desarrollo de los niños en según que casos. Un libro como este lleno de valores e ilustraciones preciosas, personajes diferentes y defectos que cualquiera puede tener se puede trabajar con los niños de diferentes formas para despertar su curiosidad y, de paso, inculcarle algún valor que aparece en el libro. Sin duda será un buen regalo. Besos!

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