Educapeques | Casi casi de Maísa Marbán

MAÍSA MARBAN | ILUSTRA: PEDRO JOSÉ DE ARRIBA | CASI, CASI | AÑO 2015 | 48 PÁGINAS 
ISTARDUK EDICIONES | ISBN: 9788494083747 | 5/5 ⭐⭐⭐⭐⭐ | COMPRAR AQUÍ: ISTARDUK EDICIONES  AMAZON

Hacía el ciento y la madre (básicamente desde el año pasado) que no escribía una reseña en la sección  Educapeques. Sin embargo, gracias a la colaboración con Babelio, y al cariño con el que la directora de Istarduk Ediciones me ha hecho llegar este ejemplar, vengo a desempolvar este espacio y como siempre digo qué mejor momento para hacerlo que cuando se está acercando la Navidad. Un momento difícil para las familias donde le dicen adiós al año que se va y le dan la bienvenida a otras 365 oportunidades que tendrán cada día para mejorar pero, ¿qué pasa cuando uno de esos días un ser querido se marcha para siempre? ¿Cómo se lo podemos explicar a los niños? Es aquí donde Maísa Marbán ha querido tirar la piedra sin esconder la mano para que los adultos sepamos abordar el duelo con los niños de la mejor forma posible, mediante un cuento.

Gracias a Babelio e Istarduk Ediciones por el ejemplar

Antes de entrar en materia y empezar a comentar el contenido y el continente de Casi casi quiero presentaros un poco más a la autora porque no es que ella de la noche a la mañana haya querido convertirse en escritora de libros de LIJ, sino que tiene un recorrido que merece ser conocido por todos. Maísa Marbán, formada en filóloga hispánica y portuguesa, es una narradora oral profesional, con más de veinticinco años de experiencia, e instruye, desde hace trece, en narración oral y habilidades comunicativas (que a más de uno nos haría falta porque últimamente estamos jubilando la expresión oral con tanto WhatsApp y tanta tecnología). Además lo que cuentan los medios sobre ella no es una pantomima, que para eso ella se marcha a los hospitales de Madrid a contar cuentos. Sin embargo, no es Casi casi el único libro que nos vaya a regalar su prosa sino que ya se inició en la aventura de la escritura en 2012 con Hugo y las nubes (libro que podréis adquirir clickeando aquí).  Todo lo que os pueda decir sobre la autora es quedarse corta. Solo me queda dejaros sus RRSS para que la sigáis de cerca porque ¿quién sabe si se persona en tu ciudad dentro de poco y tienes la suerte de conocerla en carne y hueso y no a través de las páginas de sus cuentos?

La historia se centra en Teo, Claudia y Mario. Un abuelo que está dando sus últimos suspiros a la vida y unos nietos que se encuentran encerrados en la habitación 511 del hospital haciéndoles compañía.
Teo no quiere despedirse de sus nietos con el mal sabor de boca de que le recuerden como alguien frágil, enfermo y que no puede salir de esas cuatro paredes frías y blancas sino que prefiere que dejen volar su imaginación mientras pasan los últimos instantes con él. Todo comienza cuando el abuelo le cuenta a sus nietos que aunque esté en ese lugar lo que realmente está haciendo es prepararse para una misión secreta, pero que ellos tendrán que ayudarle guardándoles el secreto y lanzándoles la incógnita para que adivinen en qué medio de transporte va a viajar.

- Escuchadme atentamente, estoy aquí porque necesito prepararme muy bien. El viaje es extraño y algo difícil.
- ¿A dónde te vas, abuelo?  ¿No estás enfermo?
- Sí, por eso me toca marcharme. [...] Es una misión secreta. [...] Ha llegado el momento de correr esta aventura. [...] Seréis los guardianes de mi secreto, y vosotros también tendréis una misión secreta.
Ambos asienten entristecidos.
- Venga, basta de tristeza. [...] Ni os imagináis en qué me voy a marchar. [...] Adivinad, adivinad.

Aquí es cuando los niños despliegan toda la creatividad y se imaginan a su abuelo montado en todo tipo de vehículos: coche, moto, avión, tren, etc. ¡Algunos de ellos son muy divertidos! De hecho creo que a más de uno nos gustaría hacer un viaje en ellos. 

En cuanto al tema de las ilustraciones acompañan muy bien al texto de cada página. En cada una de ellas cuando se hace referencia a un medio de transporte aparece en las páginas que hablan sobre él. Además, en todas aparecen los tres personajes, cosa que se agradece porque aunque los adultos (no todos) estemos dotados de imaginación para los niños es un aspecto que mejora más aún su comprensión lectora. 

Hay otro aspecto particular en el cuento y es que la autora introduce entre la historia, supongo que también para separar los dos momentos importantes que ocurren en ella. En primer lugar tenemos la confesión de Teo a Claudia y Mario y después la explosión fantasiosa en la que se embarcan los tres. Entre medio de ellos hay una adivinanza que os la dejo a continuación porque yo no he conseguido adivinarla y, de hecho, lo he tenido que buscar 😂

¿Qué es, qué es, que cuanto más quitas más grande es?

Después de ella tenemos la aventura que se desarrolla en diferentes transportes y lugares donde los abuelos y sus nietos están siempre presentes en cada uno de ellos. Este aspecto es muy importante porque podríamos trabajar con los niños la educación emocional. Indagar en sus recuerdos. Hacer un tipo de 'regresión' en la que estos hablen sobre en qué lugares se visualizan con cualquiera de aquellas personas que no vayan a ver nunca más. Es importante, al menos así lo creo yo, no dejar de hablar de ellos para tenerlos presentes. No a hacer una referencia constante, pero sí en los momentos puntuales en los que haya que hablar hacerlo con toda la naturalidad del mundo y que el niño se vea integrado en esa conversación. Para mi es la parte más mágica y maravillosa. Esta segunda parte que se intuye muy emotiva, deja un final triste, pero a la vez sincero. De hecho, he llegado a sentirme parte de esos niños, he saboreado el dolor de su pérdida, el cariño por su abuelo, la agridulzura a la hora de despedirse de él y la esperanza de volver a encontrarse más adelante cuando vuelva de esa misión secreta, pues no les ha concretado cuanto tiempo estará de viaje.

Creo que esta historia tiene todos los ingredientes para convertirse en un cuento donde se trabajen unos buenos valores y, por supuesto, para hacer un poco de introspección sobre el ciclo vital. Es un libro que se presta a filosofar, a hacerse preguntas sobre la vida y la muerte, pero lo más importante para abrir un poco nuestro corazón y sentir que no tiene nada de malo tener a personas ,que ya no están con nosotros, presentes en nuestras vidas. Podemos trabajar las emociones, esa asignatura pendiente del ser humano; la educación emocional como parte fundamental de nuestras acciones. Será que últimamente me estoy volcando más de la cuenta en este concepto, en esta habilidad, pero lo veo como una parte indispensable de las personas que no podemos camuflar y que no hace ningún bien a aquellos que intentan tragarse todos sus sentimientos y emociones creando una coraza que no les beneficia en absoluto.

Dicho esto vamos a ponernos manos a la obra con los valores, que ya sabéis lo que me gusta a mi una parte educativa, que podemos aprovechar con cualquier historia que caiga en nuestras manos sobre LIJ.

  📌 Duelo o sentimiento de pérdida: esto es algo que os he ido repitiendo a lo largo de toda la reseña y es que es el eje vertebrador del cuento. Teo está enfermo tiene, como se suele decir, un pie en el otro mundo. Es por ello que quiere que sus nietos vean su marcha como una aventura, como algo de lo que no hay que preocuparse porque sea donde sea que vaya él siempre estará presente, aunque recalca que hay que dar mucho afecto a quienes aún siguen con nosotros. Es inevitable que la pérdida de un ser querido no nos de un golpe en el corazón y nos sintamos vacíos. Por supuesto el vínculo con esa persona hará que nuestro duelo sea mayor o menor. Sin embargo, también depende de nosotros seguir con nuestra vida o esperar que este golpe nos deje en la estocada y perdamos la pasión por vivir. De seguir disfrutando de nuestra existencia. Una vez, cuando era pequeña (tendría alrededor de unos diez u once años), una de mis tías me dijo al salir del cine Las personas se van, pero la vida sigue. Creedme que esa frase caló hondo en mí. Ella acababa de perder a su pareja en un accidente en la carretera, y que tuviera esa fortaleza de hablar de él pero continuar fue lo que sin duda hizo que esa frase calara dentro de mí y se grabase a fuego lento en mi mente.

  📌 Valorar nuestro entorno próximo: y no hablo solo de personas; sino de animales. No viene al cuento esto que os voy a decir, porque en esta historia la presencia de animales es inexistente, pero hay personas que sentimos que los animales a veces, en el más puro silencio, nos demuestran más que las personas. Que no tengan la capacidad de hablar, les resta pero también les suma. Son los seres más puros. No te juzgan e incluso igual siquiera te oyen, pero están ahí cuando les necesitas, detectan el olor nada más verte. Igual habrá algunas personas que no estén de acuerdo conmigo, pero no concibo mi vida sin la presencia animal. Y es aquí que quiero enlazar tres reseñas que hice; una de ellas contra el abandono animal Gato Claudio y pez Gordo de Anitta Rock, otra contra el maltrato animal Pide un deseo de Manuel Tristante (con la que su compra beneficiará a la Asociación contra el Cáncer porque irá destinado a la investigación contra el Cáncer Infantil, así que a aportar vuestro granito de arena con su compra aquí) y la más grande y dura de las historias de maltrato y abandono animal Contigo me quedaría de mi maravillosa Mercedes Alonso. No tengáis en cuenta la reseña de este libro en su totalidad puesto que estaba muy verde en ese momento y tengo que ponerme a modificar lo que es la estética, pero el contenido es insuperable. Y no hablo de el de mi reseña, sino el de su historia basada en hechos reales que ella misma ha vivido y que nos quiere trasladar a través de los ojos de Ruth.
Poniendo un poco de lado el tema de los animales, ¿habéis oído alguna vez la expresión no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes? Pues esto podría extrapolarse también a la muerte. Es decir, cuando seguimos en el mundo perdemos demasiado el tiempo en pelearnos, en justificarnos, en sentir rencor y odio hacia los demás. Nos destruimos entre nosotros y nos autodestruimos a partes iguales. Somos nuestro peor enemigo y el de nuestra sociedad. No digo que todos seamos buenos, que de eso ya os hablaré más adelante, pero si que nos falta muchísima humanidad en algunas ocasiones. Necesitamos pensar más y hablar menos. Nuestra lengua va más rápida que nuestro cerebro y algunas veces, o la mayoría, podemos crear un daño innecesario hacia otras personas. Es por ello por lo que debemos valorar más la presencia de la familia, la amistad y el amor, porque el dinero se gasta, se pierde, se esfuma pero el sentimiento de sentirse querido no se evapora.
En esta historia los niños se encuentran en la parte más fría y carente de afecto, un hospital. Por supuesto, no digo que en los hospitales el personal sanitario no trate a sus pacientes con devoción, hay que tener una absoluta vocación para estar ahí y servir y cuidar al ciudadano, pero, para mi que no soporto estar en ellos, un hospital es síntoma de enfermedad y dolor por lo que hace aún más dura la historia y que los niños se sientan tristes al ver a su abuelo en tales condiciones. 

  📌 Amar y respetar a las personas: por lo que aquí enlazo el sentirse querido con el amor y el respeto. ¡Ay! Qué de lágrimas nos habríamos ahorrado si tuviésemos más respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás. En este caso podemos vislumbrar el amor que siente Claudia y Mario por su abuelo Teo, lo podemos ver en el ambiente. Love is in the air! Se lo demuestran escuchándole, observándole, poniendo toda su atención en aquello que dice el abuelo, mantienen con él un contacto audiovisual que se podría catalogar como perfecto, y se acercan a él para reforzar ese vínculo afectivo que le tienen y que no se perderá aunque él ya no se encuentre con ellos para seguir aventurándose.

  📌 El viaje de la vida: en este aspecto podemos sacarle mucho jugo a la historia. De alguna forma u otra Teo no le llega a decir a los niños en qué consiste el viaje que va a emprender, pero tampoco les quita la esperanza de que puedan seguir viéndose durante algunos días más o incluso de verle más adelante en ese viaje tan largo que va a hacer.

- ¿Podríamos ir contigo? [...]
- ¡Sería chulísimo! - Mario se emociona rápidamente con la idea.
- No podéis, majos. En cada barquito de papel solo puede ir un viajero. Pero podemos preguntar más adelante cómo preparar vuestros viajes. - Teo sonríe con tristeza.
Cuando los tres están muy juntos, Teo susurra algo.
- Igual me voy esta noche, o mañana o pasado, cuando consigan reducirme al tamaño apropiado.

Es por ello por lo que, como ya os digo, esta historia da mucho de sí. Porque podemos hablar con los niños sobre el ciclo de la vida, sobre qué misión tenemos las personas en el mundo o podemos hablar del pasado, del presente y del futuro (aunque para los pequeños son términos que son muy abstractos, pero podemos cambiarlos por el ayer, hoy y mañana). Inclusive, si son más mayores podemos incentivar su interés por la historia del ser humano, hablar de los dinosaurios, de nuestros antepasados y compartir entre las diferentes generaciones para que aprendan el sentido y el valor de las cosas. Por ejemplo, a mí mi abuela me contaba los juguetes que ella tenía como las muñecas de trapo, una sola muñeca para jugar durante la tarde, no tenía nada más; así que con esto podríamos hablar con ellos y trasladarles la importancia de cuidar sus juguetes o los espacios de su entorno próximo.

  📌 Bondad: los niños tienen un corazón que no les cabe en el pecho y es que Claudia y Mario parece que de un momento a otro se van a derrumbar pero es Teo quien los alza y les ayuda a que en su recuerdo solo aparezca la aventura del último momento. Como decía Rousseau El hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad es la que lo corrompe. Siempre he oído que hay que alejarse de aquellas personas que no aportan nada y, más de uno, lo hacemos aunque nos cueste la propia vida. Porque el hombre es el ser que tropieza más de dos veces en la misma piedra, pero también acabamos aprendiendo de nuestros errores y no nos dejamos manipular más. Igual la manipulación no tiene nada que ver con la bondad, bueno posiblemente no, es que no tiene nada que ver. ¡Pero! Cuando dejamos influenciarnos por los demás, no siempre (o en su mayoría) esa influencia acarreará nada bueno. Es por ello por lo que tenemos que ponernos un poco entre el yin y el yang. Tenemos que actuar en consecuencia y ser autocríticos con nosotros mismos. Tenemos que buscar dentro de nosotros el equilibrio (esta frase es muy para el adoctrinamiento espiritual 😂) y actuar en función de cómo nos gustaría que los demás se comportasen con nosotros. Si queremos recibir ayuda, primero tenemos que ayudar. Si queremos recibir amor, primero tenemos que amar. Y eso es lo que hace Teo en esta historia. Para ser feliz, tiene que hacer felices a sus nietos. Para poder irse en armonía, tiene que estarlo con sus nietos. Para no despedirse con un sabor amargo de ellos, tiene que intentar por todos los medios estar bien. Y es aquí donde podemos ver que la bondad del abuelo no tiene límites. Sería capaz de sonreír aunque muera de dolor por dentro. Esto no significa que siempre tengamos que ponerle buena cara a todo, pero ¿no se afronta mejor las cosas con una sonrisa? 

  📌 Escucha activa: porque oír y escuchar no es lo mismo. Cuando estamos enfrascados en una conversación y estamos pendiente del móvil, estás oyendo lo que alguien te está diciendo pero no le estás escuchando. Sin embargo, Claudia y Mario tienen puesto los cinco sentidos en su abuelo. Quieren por todos los medios comprender por qué está el abuelo en el hospital, qué es lo que tiene inyectado en el brazo, dónde se marcha, cuándo volverá, en qué consiste ese viaje, para qué se marcha, cómo se irá... Es decir, los niños tienen en constante movimiento sus cabecillas, pensando en una cosa u otra (como todos), pero tienen bien abiertas las orejas para oír lo que su abuelo les tiene que decir. No hay mejor cosa en esta vida que sentirse escuchado y apoyado por las personas que te quieren y esto para Teo es la mejor parte de su despedida. Sentir que sus nietos le valoran, le escuchan, están pendiente de ellos aunque solo sea unos minutos antes de que se vaya por y para siempre. Cuando una persona esta mal, tenemos que poner todo de nuestra parte. Debemos intentar empatizar lo máximo posible, ponernos en su pellejo (cosa que no es nada factible porque cada uno vive con una intensidad diferente sus dilemas y tampoco todo el mundo está preparado para ello) y darle los consejos sabios y significativos. Estaremos invirtiendo algo en una persona que jamás se nos dará de vuelta: el tiempo. Lo más valioso que puede haber en la vida y Claudia y Mario tienen claro que no hay mejor inversión que la de estar con su abuelo.

- Esto parece un hospital, pero en realidad es una base de operaciones. ¿Veis esto? - dice mientras señala el gotero [...] - Aquí lo llaman agua mágica. Me han dicho que cuando tenga el tamaño del dedo meñique estaré preparado para este viaje de aventura, y no necesito casi nada de equipaje.
Sus nietos lo miran con mucha atención.
Dudan, pero lo que el abuelo dice tiene mucho de verdad; ellos lo ven más delgado y realmente parece más pequeño.

  📌 Creatividad e imaginación: hasta ahora me he centrado muchísimo en todo aquello que he extraído y que es de lo más abstracto: los sentimientos y las emociones. Sin embargo, la parte en la que Teo plantea a sus nietos que imaginen como viajará a esa misión secreta es sin duda lo mejor que podemos extraer del cuento. Desde edades tempranas tenemos que potenciar todo lo que podamos la creatividad e imaginación del niño. Ya he comentado que entre la adivinanza que nos lanza la autora Maísa Marbán hay dos partes, la primera donde el abuelo confiesa su secreto y la segunda es donde se explota todo el instinto creativo. Con esta segunda, podemos plantearnos una serie de actividades, como que dibujen el vehículo que crea que es el que ha utilizado el abuelo Teo para viajar, que mencione los tipos de transporte que hay y si son de tierra, mar o aire, contar una parte de la historia y que ellos imaginen el desarrollo o el final, etc. No solo fomentar la utilización de la lógica del hemisferio izquierdo pero también dándole uso a ese hemisferio derecho que no todos estamos acostumbrados a utilizar en su totalidad y que, a veces, deja que nos llevemos demasiado por la parte lógica que por la imaginativa. Bien es cierto que igual me ha faltado que los niños, cada vez que uno dice un vehículo (porque estos se van turnando), expliquen un poco el motivo del por qué han elegido ese vehículo: por que sea más rápido, más barato, más divertido,... Pero esto sería un apunte personal que no le quita nada de interesante a la historia que plantea Maísa Marbán.
Dicen que la escuela está matando la creatividad y la imaginación, puede que sea verdad o no, ¿qué creéis? 

  📌 Desapego: ¡ay, queridos míos! Qué importante es este estado. Todos deberíamos atravesar por al menos un desapego en nuestra vida. No solo en muerte, sino en vida. En este caso particular los nietos tienen que despegarse corporalmente de su abuelo. Tanto para niños como para adultos, quizá para estos más, es todo un desafío tener que olvidarse parcialmente de una persona. Ya os dije que hay que tratar de la manera más natural posible la muerte, pero eso no significa que sino queremos acabar con una depresión de mil demonios tengamos que despegarnos de ese sentimiento que nos ha dejado el recuerdo de esa persona y pasemos a enfermar psicológicamente porque no sepamos avanzar más casillas y nos quedemos estancados. En el cuento Claudia y Mario son unos valientes. A las palabras de Teo, aunque entristecidas, intentan darle todo el valor que él quiere transmitirles. Les habla de la importancia de seguir sus vidas y de cuidar a sus padres cuando él por fin se marche. Como ya os digo en ningún momento se menciona la palabra muerte, pero de alguna forma u otra les dice a sus nietos que no le verán como normalmente rondar por la casa o que no podrán ir a visitarle o incluso que no sabrán más nada sobre él. Es aquí donde nos percatamos de la entereza de los niños. De cómo las palabras de su abuelo calan en ellos y de que más allá de ponerse tristes le regalan lo más vital para una persona, incluso después de morir, que tiene un pie cruzando la puerta hacia otro universo: una sonrisa, un abrazo, una mirada o una caricia.

No sé vosotros pero este cuento ha hecho mella en mí. Sé que más adelante cuando pueda hablar sobre el tema mi mente viajará hacia este cuento y podré tratar con la mayor sinceridad posible la muerte. El duelo es algo donde nadie quiere verse pero por donde pasaremos uno detrás de otros. Sin duda Maísa Marbán ha conseguido que me tome de otra manera la muerte. Que no le quite el hierro que tiene la partida de un ser querido, pero que no nos obsesionemos porque de camino a lo desconocido, se siente ligero e inquieto, casi, casi, como cuando era un niño.

 Gracias Maísa Marbán por esta historia 

¿Sois de los que rehuís hablar sobre la muerte o de los que os dejáis llevar por el misterio del qué habrá después de ella?