Reseña | El chico de la ventana del baño de Lady Reynolds

LADY REYNOLDS | EL CHICO DE LA VENTANA DEL BAÑO | AÑO 2015 (Wattpad) / 2017 (Editorial) | 176 PÁGINAS
 MARTÍNEZ ROCA | ISBN: 9788427043169 | 5/5 ⭐⭐⭐⭐⭐ | COMPRAR AQUÍ: PLANETA AMAZON

Este año se tornaba de malísimas lecturas pero ¡POR FIN LLEGA MI SEGUNDO FAVORITO DEL AÑO! Esta costando, porque leo a la velocidad de un caracol, pero es que me gusta meditar mis lecturas durante unos días después. Este libro rondaba mucho por mi cabeza y al final me he decidido ¡Y menudo acierto! Yo es que creo que soy como las estaciones este año. Lo mismo me leo lo peor que haya salido al mercado que un fenómeno Wattpad que me tiene encandilada de principio a fin porque ¡Vosotros me diréis que te puedes esperar de una comunicación entre vecinos separados por una pared mientras están desnudos!
De verdad mi más sincera enhorabuena a Lady Reynolds (a la que podéis seguir clickeando aquí, porque cotillear nunca ha estado de más) porque ha creado situaciones realmente alocadas y ha mantenido la tensión vecinal a lo largo de las páginas.

    Portada y título: la portada me chifló. Tiene otra que podéis ver por estos lares (clickeando aquí) que no es que me disguste, de hecho su alrededor me vuelve loca; pero esta me parece mucho más divertida a simple vista porque en ella aparecen los personajes de los que más adelante os hablaré. El título ¡Una locura padre cura! Claro cuando yo lo leí fue de la siguiente guisa: ¡con que tenemos una Sherlock Holmes en versión mujer ejerciendo de detective ehhhh! Allá que voy yo a pillar a quien husmea. Y efectivamente, ¡menudo ojo, morro y poca vergüenza le echan los personajes principales a la vida! 

Podría parecer que me he ido a tomar una Coca-Cola con limón en la terraza de mi pueblo con él, pero no, no es así. Sé todas esas cosas [...] por haber pasado casi todos los días dándonos una ducha juntos, aunque no literalmente. Es de locos incluso pensarlo. ¿Cómo será contarle esto a alguien? Me encierran en un psiquiátrico si lo hago, no lo dudo.

    Estructura interna: el libro contiene 59 capítulos en los que además se nos añade un epílogo final. En este caso me parecía súper necesario. ¿Qué queréis que os diga? Mi vena cotilla me invade cuando tengo entre mis manos un libro con el que no paro de disfrutar. Los capítulos están numerados y no tienen un título específico en cada un,o aunque tampoco es que se eche mucho de menos; la verdad que he podido vivir sin ello. En todo momento acompañamos a Clara, aunque es cierto que en uno de los capítulos nos trasladamos a los sentimientos de Thiago; pero esto solo ocurre en un capítulo. Todo lo demás está escrito en primera persona a través de los ojos de nuestra protagonista femenina.
Es un ejemplar que dispone de poquísimas páginas, pero del que quieres más y más *Llamamiento a la autora: necesito una segunda, tercera, cuarta, vigésimo cuarta parte y hasta el infinito y más pallá, hasta donde llegue el chorro del gel mínimo* 

    Trama: este pequeño tomo nos narra página a página situaciones de lo más cotidianas que les ocurren a unos personajes con los que podríamos compartir bloque pefectamente. Clara es una joven que un buen día se encuentra en su cuarto de baño hablando con su gel de baño y explicándose porqué demonios tiene que acabarse en el momento más oportuno. A esto que ella está tan tranquila acordándose de toda la familia del gel y le habla una voz, que esta cree que es del más allá pero que está pared con pared. Su vecino le ha hablado mientras ella se tomaba una tranquila y rutinaria ducha, ¿os imagináis en esa situación? ¡Yo me habría echado la toalla por la cabeza o a saber! Aunque estemos segur@s de que nos encontramos solos en el baño nunca se sabe, oye. 
Después de ese primer día en el que hay una primera toma de contacto baño con baño por que, aunque lo más lógico sería piel con piel, entre estas páginas encontraremos de todo menos de sentido común; cosa que se agradece porque Clara y Thiago crean una serie de situaciones que son dignas de llevarlas a la gran pantalla. Tendremos resbalones en la ducha, cantos bajo el agua a lo Ricky Martin o bote de pimienta en mano, madres inesperadas que se presentan en casa y que te secuestran más que las rebajas del Corte Inglés en plena Navidad, citas que van de mal en peor, sentimientos encontrados y desencontrados, novios a los que se amenazan con el desatascador, un intento de suicidio doble e inesperado en el muro del terrado o a nuestros protagonistas hablándole a la pared, literalmente. ¡Vamos! Que esto va a ser una aventura asegurada capítulo tras capítulo.

- Perfecto. Una preguntita de nada, ¿tienes cámaras en tu baño?
- No, ¿por qué?
- Mejor. - Se ríe -. Por nada, simplemente porque sería vergonzoso que vieras las grabaciones y me escucharas hablando solo.
Ambos nos reímos.

    Personajes:  aparecen varios personajes a los que no les voy a dedicar muchas palabras como los padres de Clara, Santi - hermano de Clara -, Thaddeus, Claudia, Thomas, Paula - amiga de Clara - o Áxel - ex novio de Clara, ricachón, un niñato que se puede permitir no pegar un palo al agua en su vida y tener los mayores lujos y al que me habría gustado tirar por la ventana del baño -.
Ahora nos vamos a centrar, solo y exclusivamente, en Clara Martín y Thiago Suárez.
Clara es una psicóloga infantil que tiene de todo menos pelos en la lengua. No es que le guste llamar excesivamente la atención, pero cuando se toma sus cervecitas de más - como todos - se le va un poco la pinza y puede terminar haciendo el ridículo estrepitosamente. Por desgracia a las mañanas siguientes sus borracheras no son suficientes como para borrar de su disco duro mental la mala pata que haya metido. Me ha encantado Clara, todo hay que decirlo. No se avergüenza de ser como es. Siempre anda pensando en los demás, pero le he visto evolucionar haciéndose valer y siendo por un momento egoísta centrándose en sí misma. Además de darnos momentos de seriedad y sentimentalidad ha tenido unos momentos chisposos en los que hemos podido acompañarla con toda naturalidad al baño sin que tengamos que echarnos las manos a la cabeza. Hay momentos en los que vemos a nuestra protagonista muy encerrada en sí misma, y esto solo puede ser por una razón: ha estado ocho años junto a un chico que la engañaba pero, ¿quién no se ha sentido atada a un amor que a pesar de que nos engañe o lastime de alguna manera no hemos sabido ver más allá por la venda que tenemos en los ojos? Seguro que a más del 50% y ¡Eh! Que no tenemos que avergonzarnos de estar tan enamorad@s que no hayamos sabido ver el mal que nos hacia ese romance.
Thiago es un abogado que también ha pasado lo suyo, sin embargo no pierde la sonrisa y se preocupa constantemente por los demás. De hecho su humanidad es tal que, sin conocer de nada a la persona que tiene al otro lado de la pared, le pregunta cuando la escucha hablando con el gel o cuando se resbaló en la ducha cómo se encuentra. No es que esté a favor de que las personas tengamos que ser serviciales con todo el mundo - de hecho el término servicial, no me gusta lo más mínimo -; más bien digamos que es más amable que Ronald McDonald's, que siempre tiene una simpática sonrisa para todos. Además de eso es muy atento y a partir de las respuestas que Clara le da muchas veces puede saber con qué ánimo se encuentra. ¿No me digáis que no es bonito hasta decir basta? Ojalá más personas como Thiago, que con un simple hola, sin mirarte a los ojos y con un muro de por medio, sepa cuál es tu estado de ánimo. A mi personalmente me gustaría tener cerca a más personas como él. Nunca le importó lo que llegase a pensar la gente si les contaba que hablaba con su vecina cuando estaba en paños menores en el baño, mientras se duchaba o hacía sus necesidades fisiológicas.

- ¿Cansada? - me pregunta, y mi frente se arruga al instante.
[...]
- ¿Por qué lo preguntas?
- Uno: tus buenas noches han sido como si estuvieras estreñida; dos: no le estás hablando al gel, y tres: tampoco estás cantando.

    Pluma de la autora: es la primera vez que la leo y me fascina la naturalidad con la que ha contado las cosas más cotidianas del mundo, ¡y sin perder la chispa! El libro en ningún momento ha decaído. No hace uso de tecnicismos, que eso se agradece cuando una a las tantas de la madrugada se pone a leer y no tiene ganas de poner en marcha el cerebro. Lady Reynolds ha sido todo un descubrimiento para mí. De hecho cuando me he metido en Wattpad, porque no olvidemos que este libro publicado sale de esta plataforma y que nada tiene que desmerecerle a otros títulos de renombre, he visto que tenía otras historias empezadas como En las botas de Derek y Nunca te fíes de un Miller y yo no sé vosotros pero esta que está aquí se va a descargar la App en el móvil aunque mis imágenes, vídeos o, ¡hasta el CandyCrush Soda que tantas tardes de aburrimiento me ha quitado! Dependan de ello. Estas otras historias las inició en 2015 y, aunque no manejo yo muy bien la plataforma, creo que no las ha completado y no sé si actualmente está publicando más capítulos o no. ¡Cuestión de preguntárselo!

    Aspectos positivos y negativos: he calificado a este libro con 5 ⭐ en GoodReads - puedes encontrarme como Carol Sanguez -. Pese a la juventud, que no inexperiencia, de la autora contra todo pronóstico he de decir que el libro me ha maravillado, así que como bien imaginaréis no tengo nada negativo que decir sobre él. Me he enamorado de él de principio a fin. Pensaba que en la romántica estaba todo escrito pero, ¡me ha sorprendido para bien! La comedia romántica que ha creado Lady Reynolds es impecable. No aparecen actitudes que sean reprobables, solo la de Áxel, y tampoco te haces una idea de qué puede ocurrir a continuación cuando terminas un capítulo. Es decir, que además de trasladarte a un espacio/tiempo divertido la historia no decae y no echas ni de menos ni de más que aparezcan más personajes o que haya acción por los cuadro costados. ¡Si en sí mismo Clara y Thiago son una bomba de relojería! Me resultaba curioso que un amor, que se cuece - ya no a fuego lento sino a duchas de agua caliente - en un espacio tan particular de la casa donde accedes para tener tu momento, haya sido el lugar ideal donde la autora haya decidido que transcurra la gran mayoría de los sucesos.
El hecho de que estemos gran parte de la lectura en casa, como quien dice, no se hace pesado. A mi no me ha dado esa sensación. Quería, más y más. Si que es cierto que esperas el momento en el que los personajes den el primer paso para verse face to face pero como toda la acción pasa de corrido ya os digo que no habéis terminado de parpadear cuando os habéis leído la mitad del libro. Se podría leer perfectamente en un día, pero además de leer tengo otros quehaceres por lo que yo he tardado un poco más aunque, todo sea dicho, leía tanto en el autobús como por la calle mientras recorría dos kilómetros para ir a mis clases de inglés.

- Qué puntual. - El comentario en forma de queja que acabo de soltar se escucha más de lo esperado.
No debería haberlo hecho. Mejor dicho, no sé por qué acabo de hacerlo. No quiero conversar con este tío en pelotas al que no he visto en mi vida mientras yo también estoy en cueros.

    ¿Recomendado?: es una maravilla y te invito a que lo leas. No tendrás la sensación de haber perdido el tiempo, sino de haber ganado en salud. Las arruguillas de la felicidad aparecerán por donde nunca podrías llegar a imaginar. Las sonrisas las tienes garantizadas. La historia no es lineal sino que hay un constante movimiento aunque, aparentemente, transcurra en dos separadas. Además, es cortito por lo que si eres un lector voraz te lo pimplarás (acabarás) en lo que canta un gallo.

En definitiva, El chico de la ventana del baño es una historia que transcurre entre la cotidianidad de dos personas, totalmente desconocidas, que se duchan en la privacidad de su baño donde, día tras día, van forjando una amistad pared con pared hasta que se irán acercando más y más provocando situaciones bochornosas, que a cualquiera de nosotros nos podrían ocurrir en un abrir y cerrar de ojos. Una comedia romántica que va más allá del amor a primera vista, que te hará reír, brotar tus emociones y, ¡darte unas irremediables ganas de visitar el baño buscando a tu vecino platónico!